El 16 de noviembre de 2003 debería ser un día importante para los barcelonistas. Un cumpleaños futbolístico. No se conquistó un título europeo ese día, ni tampoco se ganó un Clásico por goleada. Ese día, en Oporto, el Barcelona ganó mucho más que eso. Ese día, el que sería mejor jugador del mundo, quien ganaría todos los trofeos individuales y facilitaría las cosas al equipo para salir victorioso en los colectivos, debutaba con el primer equipo.

En realidad, el contexto del debut es el de un partido menor. Un amistoso en Oporto durante unas jornadas de fecha FIFA. No en vano, también era el debut de un coloso como el estadio Do Dragao, meses antes de que se disputara allí varios partidos de la Eurocopa 2004. El Barça de Rijkaard, en su primer curso al cargo del equipo, había sido invitado a la inauguración del nuevo estadio del FC Porto, entrenado en ese momento por Jose Mourinho, que meses más tarde conseguiría la liga portuguesa y la segunda Champions League para el equipo de los dragones.

Victoria personal, derrota colectiva

Ese día, el técnico neerlandés alineó a un equipo con varios reservas: Jorquera; Oleguer, Márquez, Óscar López, Fernando Navarro; Xavi, Gabri, Luis Enrique; Ramón Ros, Luís García y Sergio Santamaría. En la segunda parte entrarían Jordi Gómez y Oriol Riera. Fue en el minuto 76 de partido cuando este amistoso pasó de ser el “partido de inauguración del Do Dragao” al “partido en el que debutó Messi”. Ya con 2-0 en contra en el marcador, con tantos de Derlei de penalti y Hugo Almeida, el argentino salió sustituyendo al ahora sevillista Fernando Navarro, con el '14' a la espalda, como el mítico Johan Cruyff, para intentar mejorar el resultado.

En el cuarto de hora que estuvo en el campo, pudo batir a Nuno en un par de ocasiones, pero el portero que había sustituido al ex-barcelonista Vítor Baía, adivinó sus intenciones. El Barça acabó perdiendo 0-2, pero un jugador había dado uno de los primeros pasos en su carrera profesional. El siguiente sería en octubre de 2004 cuando debutaría en un partido profesional en un derbi barcelonés. El jugador que 395 partidos oficiales después habría marcado 327 goles, sumando otros 39 amistosos y 27 goles, para tener un promedio de 0,87 goles por partido (354 en 435). El jugador que, a sus 26 años, ya ha ganado tres Champions League, dos Mundiales de Clubes, otras dos supercopas de Europa, seis ligas españolas, otras tantas supercopas de España y dos copas del Rey. El jugador que ha ganado cuatro Balones de Oro consecutivos y tres Botas de Oro como máximo goleador de las ligas europeas. Y toda esta increíble historia empezó un 16 de noviembre en una ciudad famosa por el vino. Y Messi, como el vino, ha ido mejorando con los años.