Carlos Terrazas llegó al Mini Estadi con las ideas muy claras y un planteamiento táctico que si bien privó de ver un mejor partido de fútbol, sí fue efectivo para su equipo. El Mirandés, convertido en una auténtica muralla que dificultaba cualquier tipo de acción creativa e imposibilitaba la conexión entre algunos jugadores del filial azulgrana, logró llevarse un valioso punto de vuelta a casa.

Control de los barcelonistas

El Barça B tuvo la posesión de balón y las mejores iniciativas desde los primeros compases del partido. El conjunto de Eusebio tocaba y tocaba, siendo el claro dominador del juego, ante un Mirandés que en apariencia no pasaba de ser un mero espectador. La primera ocasión del encuentro se produjo en el minuto 4 tras una pared entre Denis Suárez y Dani Nieto, el ex del Alcorcón se quedó solo ante Dani Jiménez pero acabó fallando.

La ocasión más clara del Mirandés llegó tras un fallo de Sergi Samper en el minuto 16. Goiria aprovechó este balón suelto para encarar a Ortolá, pero su disparo salió desviado a la izquierda de la portería.

Este aviso solo sirvió para alentar a los barcelonistas. Poco más tarde Adama, uno de los protagonistas del partido que dio vida a la necesitada banda derecha, llegó arriba tras esquivar a un defensa, dejó un centro para Denis Suárez que el gallego chutó y pegó en el cuerpo de un defensa.

Pese a los obstáculos que le ponía el Mirandés, el filial barcelonista siguió buscando los huecos por los que meterse, hasta que llegó el gol. Tras varios lanzamientos y respectivos rebotes, Edu Bedia pudo enviar el balón al fondo de las mallas para así inaugurar el marcador en el 25. Lejos de hundir al Mirandés, este resultado les ha empujado y apenas dos minutos más tarde los de Terrazas consiguieron empatar tras un cabezazo certero de Igor Martínez.

El partido se abrió, igualándose. Era un pulso a ver quién podía más. Los azulgranas buscaban espacios, mientras los burgaleses luchaban para impedir cualquier intento de creatividad, echándose encima de los de Eusebio, esperando la ocasión de salir a la contra.

Una peligrosa internada de Dani Nieto por la derecha pudo poner a los catalanes por delante de nuevo, pero Denis Suárez no llegó a rematar el centro del mallorquín y los equipos se fueron al descanso con el 1 a 1 en el luminoso.

La lluvia, protagonista de la segunda parte

La segunda mitad comenzaba de forma muy similar a la primera, con el Barça B en control del balón, ofreciendo más sensación de peligro por la banda derecha, con buenas combinaciones entre Samper, Edu Bedia, Denis Suárez y Adama, pero sin encontrar ese último pase. A los de Eusebio les faltaba el gol, y el mérito es de un Mirandés con una defensa muy sólida y bien plantada, que intentaba aprovechar las contras para sorprender.

La primera ocasión del segundo período nació en las botas de Adama, que dejó un centro a Denis Suárez en el palo derecho, pero el gallego golpeó mal.

Una jugada de Pablo Infante, que arrancó desde el centro del campo con el balón, acaba en un chut del capitán del Mirandés desde fuera del área que se fue por encima de la portería. 

Llegaron los cambios, especialmente necesarios en el conjunto visitante, desgastado por la alta intensidad y la presión que ejercían sobre los de Eusebio. Sin embargo eran los locales los que controlaban la situación. El filial apretaba con el objetivo de desequilibrar el marcador, mientras el Mirandés se defendía como podía.

No se vio demasiado fútbol en la tarde de hoy. En un encuentro falto de emoción, la intensa lluvia que azotó el Mini en el último cuarto de hora del partido se acabó convirtiendo en protagonista. Reparto de puntos ante un rival peleón, y el próximo sábado visita al Lugo en el Anxo Carro (20h).