El problema de sembrar una mentira es que luego te obliga a regarla con diez mentiras más para respaldarla. Bartomeu se vio obligado a hablar ante los medios pero a día de hoy aún no se ha decidido a explicar la verdad, quizás porque no puede. Tampoco tiene espacio para más mentiras o para más silencios. Aquella rueda de prensa recordó al cuidador echando un trozo de carne entre los cocodrilos. Soltaron el contrato, encogieron la mano y a día de hoy aún hay periodistas intentando encajar el puzle matemático. El resultado lo tenemos a diario: interpretación interesada del desglose. Según quién, disecciona el contrato como le interesa. Y en las redacciones sigue el baile de cifras porque el Barcelona aún no se ha decidido a parar una música tan grotesca para la entidad y tan dañina para la imagen del jugador.

A los disléxicos les señaló Bartomeu que el traspaso del jugador brasileño le costó al Barcelona 57,1 millones, mentira. Señaló poco después Raúl Sanllehí, director de fútbol, que el coste total de la operación ascendió a 86,2 millones, otra mentira. Estas cifras son aceptadas por aquellos que se toman las cosas al pie de los números, pero si observásemos los contratos al pie de la letra, seguramente el resultado sería bien distinto.

El traspaso maquillado

El valor real del traspasó, es decir, la cantidad desembolsada a los únicos propietarios del jugador es de 17,1 millones a repartir entre el Santos y las empresas DIS y Teisa. A esa cantidad hay que sumarle 7,9 millones por un absurdo derecho preferencial sobre tres jugadores del Santos que acaban contrato este mismo curso como ocurría en el caso de Neymar. Cantidad que fue abonada íntegramente al Santos y que a buen seguro será objeto de reclamo en su parte alícuota por el lado de las empresas copropietarias. En un sentido legal, el traspaso supone 17,1 millones, pero en un sentido lógico asciende a 25 al sumar ambas cantidades ¿O acaso hay alguien que considere razonable que Neymar cuesta tan solo 9 millones más que el derecho preferencial, que no fichaje, de tres adolescentes sin nombre, sin experiencia, sin fama y sin cara? De estos datos se deduce que si las empresas DIS y Teisa recurren a la justicia en Brasil, el Barcelona acabará abonándoles 3,55 millones más por su 45 por ciento de ese supuesto derecho preferencial que en realidad es traspaso para indemnizar solo al Santos y librarse de ellos.

El salario anticipado

Asumiendo que el concepto prima de fichaje está tasado en 10 millones sin más trampa ni cartón habría que centrarse en saber a santo de qué motivo se indemniza con 40 millones a la empresa propiedad de los progenitores del jugador N&N. Como se ha comentado antes, la propiedad del jugador recaía en el Santos (55%) y en DIS y Teisa (45%). Si tenemos en cuenta que indemnizar significa resarcir de un daño o perjuicio, hubiese sido más conveniente que Rosell hubiese indemnizado al peluquero, al panadero o al frutero de Neymar en Brasil por su traslado a Barcelona. Sin embargo indemnizaron a la empresa N&N que carece de cualquier propiedad legal sobre el futbolista. Esto induce a pensar que ese dinero recaerá tarde o temprano en las cuentas de Neymar JR como salario anticipado, que sumado a los 44 millones establecidos claramente en el contrato suman la cifra más adecuada de 84 kilos en 5 años, a razón de 16,8 anuales ¿O acaso hay alguien que piense que Neymar elegiría el Barça cobrando 44 millones en cinco años, osea, 8,8 millones anuales?

La comisión paterna

Decía Raúl Sanhellí que esta operación se había realizado sin intermediarios, sin agentes, solo con asalariados del club. En los próximos meses quizás tenga tiempo de explicar a los socios por qué motivo aparece en el mismo documento que utilizó para explicar el traspaso, una partida de 2,7 millones bajo el concepto “comisión al agente”. Por qué aparece otra de 4 millones bajo el concepto “agente comercial”, por qué aparece otra de 2 millones bajo el seudónimo de “Scouting de N&N” y para qué necesita la fundación del Barcelona hacer un acuerdo con la fundación de Neymar sin que exista un quid pro quo entre ambas y no a fondo perdido. Lo lógico es pensar que todo se debe a la comisión paterna en la operación y que si sumamos todos los conceptos ascendería a 11,2 millones.

El coste total

En el coste total de la operación, y según lo comúnmente aceptado hay que despojar del montante total el salario del jugador. Por tanto solo habría que sumar el precio del traspaso, la prima de fichaje y las comisiones abonadas o pendientes de abonar. 25+10+11,2 millones que suman 46,2 millones.

Toda la ingeniería financiera desarrollada en la operación estaba posiblemente destinada a ocultar el sueldo de Neymar para que el futbolista evitase enseñar los 40 millones al fisco español en los próximos cinco años y para evitar un levantamiento en el vestuario en el que ya ha empezado a desfilar Leo Messi. La junta de Rosell se movió en la duda de engañar al socio o engañar al vestuario, al final mintió a los dos. Fichó por un precio sensacional, 35 millones, a un futbolista que podría llegar a ser maravilloso, pero no quiso explicar a nadie por qué le iba a pagar un salario de 84 millones en 5 años.

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