Dani Alves se convirtió en el protagonista del duelo de ida de los octavos de final de la Champions League entre el Barcelona y el Manchester City.

En los últimos meses el jugador brasileño había destacado más por temas extradeportivos, que por sus actuaciones dentro del campo. Gracias a las redes sociales se le había visto cantar, cocinar, bailar... pero no había rastro del futbolista que había encandilado a la parroquia barcelonista con su fútbol y entrega.

Pero contra el Manchester City el lateral volvió a brillar con luz propia, y se erigió como una pieza clave para la victoria del conjunto azulgrana.

La profundidad de Alves fue clave

El lateral brasileño empezó el partido muy participativo, pero sin demasiada precisión, en la primera mitad destacó más por su faceta defensiva que por sus acciones ofensivas, el doble lateral izquierdo planteado por el City limitaba enormemente los espacios por la banda derecha del ataque azulgrana.

Pero tras la reanudación todo cambió, la expulsión de Demichelis generó unos espacios que el futbolista brasileño supo aprovechar a la perfección. Alves encontró una auténtica autopista en el flanco derecho citizen, con sus incursiones en el campo contrario permitió al equipo pasar, en muchas fases de la segunda mitad, del 4-3-3 al 3-4-3.

Alves fue un puñal en la banda derecha El primer aviso llegó en el minuto 66, un centro suyo a la frontal del área fue rematado alto por Xavi. Un minuto después era el propio Alves el que se internaba en el área y definía demasiado cruzado ante la salida desesperada de Joe Hart.

Cuando parecía que los dos equipos firmaban el resultado como bueno, una jugada que parecía intrascendente tuvo a Dani Alves como el perfecto finalizador. Fábregas abrió el balón a la banda para Alves, Alves se asoció con Neymar, éste se la devolvió al carrilero brasileño que entró en el área como una exhalación, definiendo perfectamente ante la salida de Hart, golazo.

La constancia de Alves daba sus frutos y dejaba al Barcelona con pie y medio en la siguiente ronda de la Champions League, y lo que es aún mejor, recuperaba para la causa a un futbolista que se antoja fundamental para el devenir azulgrana.

Un gol que recordó al de Belletti

La jugada entre Neymar y Alves que acabó con el gol del lateral brasileño hizo volver atrás en el tiempo, y recordar el histórico gol conseguido por Juliano Belletti en la final de Champions League de 2006 disputada contra el Arsenal en París.

El gol de Belletti está grabado a fuego en la memoria de los aficionados barcelonistas. Corría el minuto 81 de la final de la Liga de Campeones cuando el lateral brasileño inició una jugada por banda derecha, pasó el balón a Henrik Larsson, quien realizó un pase al interior del área con su pierna zurda, el brasileño, llegando desde atrás, controló el balón, y sin apenas ángulo, batió a Almunia por debajo de las piernas. Un gol que permitió al Barcelona conseguir su segunda Copa de Europa.

Las dos jugadas tienen bastantes puntos en común, tanto en su ejecución, como en las circunstancias del partido. Ambos goles fueron anotados por laterales brasileños ante equipos ingleses que jugaban con diez hombres, y en los dos casos, el balón entró por debajo de las piernas del portero.