La relación entre FC Barcelona e Ibrahim Afellay está a punto de llegar a su fin, si es que alguna vez, ha existido. El jugador holandés pasó a formar parte de la disciplina del club azulgrana en el mercado de invierno de la temporada 2010-11. Procedía del PSV, equipo donde destacaba por su velocidad y regate desde la banda.

Llegaba al equipo barcelonés para sumar y apotar, a sabiendas de la dificultad de que compartía vestuario con jugadores de gran calidad y amplia trayectoria. La suerte no fue su acompañante en el viaje y las lesiones, le hicieron que entre octubre de 2011 y septiembre de 2012, estuviera alejado de los terrenos de juego. Un año duro, en el infierno, después de romperse los ligamentos cruzados de la rodilla derecha. 

Afellay apenas ha tenido protagonismo en un año complicado para el Barça En el verano de 2012, el club de la Ciudad Condal confirmó la cesión del holandés  al Schalke 04. Sin apenas regularidad y a pesar de que iba progresando, las lesiones seguían aquejando su vida futbolística. Un verano más tarde, Afellay tuvo que ser operado por una lesión tendinomuscular crónica en el recto anterior de su muslo derecho. Su regreso al Barça parecía que ponía fin a la tormena que había pasado, a la espera de volver a jugar con la camiseta de su club.

Tras su paso por la entidad alemana, el 26 de enero de 2014, Ibrahim Afellay regresaba a las filas del Barça en un partido liguero ante el Málaga. Tras un año y dos meses fuera de los terrenos de juego, Afellay sustituía a Alexis Sánchez dejando a un lado sus constantes lesiones musculares.

Contaba con el apoyo de los técnicos y de los jugadores, pero la peor temporada que se recuerda en la entidad blaugrana, hizo que el extremo no contara con minutos. En la presente campaña, Afellay pudo ayudar a su equipo en dos partidos, ambos como suplente. En total, un partido de Liga y otro de Copa del Rey, en los que ha sumado 28 minutos disputados. Pocos, para un jugador que necesita de minutos para recuperarse y decir adiós a todo lo malo que ha pasado. Pero eso, tal vez, el FC Barcelona no se lo pueda dar. Y la relación, entre ambos, tenga que finalizar.