Desde que Puyol dejó de mostrar su mejor rendimiento el FC Barcelona necesita un central de garantías. Mascherano en su primera temporada resultó una gran alternativa, pero se ha visto expuesto con el paso del tiempo y eso, junto a lesiones y un Piqué lejos de su mejor nivel, ha acabado pasando factura a nivel defensivo por el club azulgrana. 

Mientras que Marc Bartra se convirtió en el central de más garantías a final del año pasado, el equipo echó en falta otro nuevo miembro en esa plaza. Mathieu llega para cubrir esa parcela, aunque no quita que no sea, ni mucho menos, un central natural. 

Central de galones

Mathieu fue la pasada temporada uno de los mejores centrales de la Liga BBVA en cuanto a regularidad y rendimiento se refiere. Líder de la zaga ché y destapándose como uno de los capitanes del conjunto dirigido por Pizzi, encontró en el centro de la defensa su puesto más habitual. 

La velocidad para corregir: su gran fuerza 

Mathieu destaca por su gran velocidad, que le ayuda a corregir muchas veces al espacio a su compañero en la zaga y realizar coberturas a su lateral próximo. Tiene buena conducción para superar y domina con solvencia el juego aéreo. En Valencia, donde nunca se acabó de definir del todo la altura a la que se presionaba al rival, mostró grandes dotes tanto para defender con metros a su espalda como en defensa posicional. 

Contundente al corte y en cada balón dividido, aportará al Barça un perfil zurdo muy necesitado en la plantilla. La experiencia en Liga BBVA también le refuerza y no ha dejado de ser nunca un plan principal para cada entrenador que ha tenido en su etapa en Mestalla. Su embergadura le permite además ser muy eficiente ante centros laterales al área, momento de juego donde el Barça ha encajado con facilidad las últimas temporadas. Ganar centímetros y variantes para defender también a balón parado parece ser una de las preocupaciones de Luis Enrique. 

Un lateral (y extremo) reconvertido 

Mathieu siempre ha sido lateral izquierdo. De eso, pocas dudas quedan. Sin embargo, su reconversión al central ha sido más que positiva y ha mostrado mucha seguridad en esa posición. 

Mathieu destacó como un gran centrador 

Su etapa anterior como lateral le ha dado también mejoras en su nueva parcela de juego. Tiene una gran capacidad para realizar siempre una buena tensión en el pase, un guante en la pierna izquierda (era uno de los mejores centradores cuando jugaba recorriendo el carril) y buena orientación corporal en cada uno contra uno, siendo desbordado pocas veces y corrigiendo las mismas por velocidad, su gran baza. 

Lejos quedan partidos donde Alba, como lateral, y Mathieu, como extremo, destrozaban la banda derecha en términos defensivos del rival. Uno de los que más sufrió esta pareja fue Guardiola, y Alves en particular. Ahora, varios años más adelante, serán los protagonistas en el sector izquierdo de la zaga. 

Precio y edad: las dudas 

La llegada de Mathieu ha traído críticas a la gestión de Zubizarreta para realizar su traspaso. Pocos culés consideran realmente que Mathieu valga 20 millones de euros y si ese es el precio para un jugador que, teniendo en cuenta que podría ser suplente, asumirá un rol menos protagonista. 

La edad también pasa factura. Sus 30 años hacen dudar de su rendimiento sobre todo al firmar por un contrato de cuatro años. ¿Hasta qué punto mantendrá la velocidad que le ha hecho fuerte a una edad perfecta para un futbolista? ¿Se adaptará a jugar 40 metros por delante de su defensa y seguirá corrigiendo de la misma forma que en Valencia? Las dudas, como casi todo fichaje, están presentes. Ahora, Mathieu deberá borrarlas en el césped. Su principal valedor es, por cómo ha insistido en su llegada, Luis Enrique.