La aventura de Ibrahim Afellay en el FC Barcelona llega a su fin. El futbolista holandés, al que le resta un año de contrato, jugará cedido esta temporada en el Olympiakos griego que dirige el ex madridista Míchel González. El jugador de 28 años era uno de los descartes de Luís Enrique.

Afellay ha jugado 35 partidos como culé, 18 saliendo como suplente, marcando dos goles, ambos en su primer año con Pep Guardiola.

Las lesiones han condicionado su rendimiento

Afellay desembarcó en el club azulgrana procedente del PSV Eindhoven en diciembre de 2010. El Barça pagó tres millones de euros por el traspaso de un futbolista que deslumbraba en la Eredivisie. Un jugador polivalente, capaz de jugar en ambos extremos y en el mediocampo. Una apuesta de futuro y presente que no ha salido como se esperaba.

Su primera  temporada fue prometedora

Su primera media temporada fue prometedora. El futbolista neerlandés de ascendencia marroquí jugó 16 partidos en Liga y tuvo una gran actuación en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey contra el UD Almería, y en el partido de ida de la semifinal de la Liga de Campeones 2010-11 ante el Real Madrid CF. Afellay entró desde el banquillo y revolucionó el partido, suya fue la asistencia del primer tanto anotado por Lionel Messi. El FC Barcelona acabaría llevándose la máxima competición europea tras derrotar al Manchester United por 3-1, con goles de Pedro, Messi y Villa.

En septiembre de 2011 se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda durante un entrenamiento en Sant Joan Despi. Una lesión que le mantuvo alejado de los terrenos de juego durante siete meses. En agosto de 2012 el Barcelona decidió cederle por una temporada al Schalke 04, pero las lesiones volvieron a cebarse con él. No pudo jugar más de diez encuentros con el conjunto alemán por los constantes problemas físicos que le obligaron a operarse de una lesión crónica del recto anterior.

Volvió a Barcelona para recuperarse y, tras un calvario de un año y tres meses, volvió a jugar en un partido liguero frente al Málaga disputado el 26 de enero de 2014. Pese a su recuperación, su rol no pasó de ser residual. Su cesión al Olympiakos le da la oportunidad de volver a sentirse futbolista y de recuperar aquel nivel que le hizo firmar por el Barcelona.