La sorpresa, acompañada de la primera convocatoria de Douglas con el primer equipo ante el Apoel de Nicosia, es Sergi Samper. El canterano, que se ha ganado a todos los culés a pesar de haber jugado escasos minutos con el primer equipo, podría ser titular tras ver como tanto Busquets como Mascherano no están en la primera lista europea de Luis Enrique.
Sergi Samper lleva escrito en su destino triunfar en el Camp Nou. Tras rechazar varias e importantes ofertas, sigue siendo una pieza elemental en el esquema de Eusebio Sacristán en Liga Adelante y pocos dudan de que su salto definitivo sea cuestión de meses. Busquets es el jugador que más se asimila a su juego, pero también reúne características de Xavi Hernández e Iniesta, por lo que su "etiqueta" Masía está más que impregnada.
Su conducción, más larga que la de Busquets para superar
El mediocentro tiene un gran primer pase para la salida de balón pero también una conducción atrevida con metros y espacio. En este sentido, es más dinámico y móvil que Busquets para superar con balón y no con envíos, aunque quizá carezca de otras facetas del juego igual de importantes a nivel defensivo como los uno contra uno, donde aún se ha visto muchas veces superado (condicionado por su físico) en Segunda División y dudas en balones divididos.
Cayendo entre centrales o atacando espalda de los puntas, Samper es la primera opción para superar la primera presión rival. Con un golpeo fino y preciso para desplazar, le gusta asociarse en espacios cortos y aparecer siempre más como apoyo de emergencia que no de profundidad. Suele perder poco zona, y si lo hace, es en conducción para superar e iniciando una transición ofensiva tras recuperar.
En Barcelona se frotan las manos: una de las mayores perlas de la cantera en los últimos años está más cerca que nunca de empezar a dar sus primeros pasos de verdad en uno de los estadios más exigentes del planeta. Su adaptación requerirá poco, conoce el modelo e incluso a los jugadores. Y pocos técnicos parecen más adecuados que Luis Enrique para procesar la misma. El Apoel, esta misma noche, podría marcar el principio de una larga y duradera trayectoria.