Un casi completo Ciutat de València no iba a ser una salida fácil. El estadio del equipo levantino de Mendilibar suele ser una olla a presión y un obstáculo no demasiado sencillo de salvar durante la temporada. Así fue durante los primeros minutos, en los que el FC Barcelona de Lucho, hoy con un once nada especulativo, probaba sin demasiada suerte jugadas por dentro y por fuera. Desde luego, el planteamiento de Mendilibar sobre el tablero resultó eficaz hasta el primer gol del equipo catalán, que chocó una y otra vez contra los férreos marcajes de los levantinos. En muchos casos, tras jugadas en las que Rakitic, Iniesta y compañía no conseguían hilar todo lo fino que acostumbran, por la presión intensa del equipo granota. El Barcelona no conseguía acercarse con verdadero peligro a la meta de Jesús y en varias ocasiones fue el Levante quien más peligro llevó al área de Bravo, hoy, en todo caso, bastante inactivo. No fue hasta el minuto 20 cuando Neymar, tras un pase con el exterior fabuloso de Andrés Iniesta, consiguió poner el primer tiro azulgrana.

(Foto: fcbarcelona.es)
(Foto: fcbarcelona.es).

Los jugadores granotas conseguían enfriar el peligro azulgrana en jugadas de tres cuartos de campo con una presión muy dura, jugando en ocasiones, los efectivos blaugranas, contra un muro de hasta cinco hombres del Levante. Sin suerte por el centro, Alba y Alves comenzaron a cambiar el juego de banda, en transiciones rápidas, intentando desequilibrar al equipo rival. Durante esos cambios de juego, comenzó a descolgarse Messi, con la rapidez necesaria para comenzar a crear juego y peligro entre las líneas rivales. Jugando más retrasado que en el inicio, Messi se apoyaba con asiduidad en Iniesta y en Rakitic para conseguir penetrar en el área defendida por el Levante. Tras jugar un buen balón para Neymar, el brasileño consiguió zafarse de Jesús, que falló en la recepción del balón, y consiguió rematar a puerta el 1-0. Neymar celebró con Messi el desatasque del juego azulgrana.

Tras el primer gol, el Levante comenzó a dar muestras de falta de fuelle. El cansancio comenzó a hacer mella en ellos y los huecos comenzaban a ser una realidad para Messi. En el 41, una jugada dentro del área, en la que Messi consiguió hacerse con un balón complicado, hizo que Simao y Vyntra lo derribaran, a partes iguales, en el área. González González marcó penalti y expulsión, esta vez no repartida, para Vyntra. El jugador se resguardó en el vestuario y no pudo ver cómo Lionel Messi echaba a la grada el esférico, lanzado muy desviado lejos del gol. La alegría fue en vano, pues en el 44, un balón perdido en el área de Jesús, tocado hacia atrás, cayó en el empeine de Rakitic para fusilar la portería del guardameta granota.

Tras esos dos goles, el Levante acabó por claudicar hasta el descanso, con diez jugadores y con las piernas cansadas. Comenzada la segunda parte, se podría haber jurado que quien estaba con diez jugadores era el equipo catalán. Imprecisos y con nerviosismo, hubo varios acercamientos de Casadesús por banda derecha, repelidos por la defensa azulgrana 'in extremis'. Otro golpe hizo que Neymar abandonara el barco, dolido en el tobillo, aunque más le dolió abandonar el terreno de juego en favor de Sandro. Muy dormidos y con pocas ideas para acercarse al área rival, el FC Barcelona no daba la impresión de poder finiquitar el partido cuando Sandro, recogiendo otra asistencia de Messi, hizo el tercero azulgrana.

(Foto: fcbarcelona.es)
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Otro gol para otro canterano que gusta, y mucho, a Luis Enrique. 'El Matador', tal y como llaman al ariete canario, participó en la jugada que daría al Barça el siguiente gol, combinando con Alba, jugando una pared con el lateral y ayudando a que el 18 barcelonista pusiera el balón servido a Pedro para remachar la red del Levante. Con el 4-0, el partido terminó por morir para los de Mendilibar. Jugando con calma, con Xavi y Sergi Roberto sustituyendo a Busquets (que se había ganado el descanso) y a Iniesta respectivamente, el Barcelona se hizo al fin con la manija del partido.

El quinto llegaría tras la insistencia de Messi en el área rival. Jesús, que intentaba sacar con la mano, no pudo evitar que por la lluvia el balón se escapara y le diera a Messi una razón de sobra para rematar el resultado del partido. Jugando con dos de los defensas en la frontal y a la vez tentando a Jesús, el meta, Lio elevó el esférico y colocó con una vaselina de maestro, la manita en el resultado. Cinco goles y cinco goleadores del Barcelona, que sin haber conseguido ganar con una sensación total de control del partido, sí que demostró una gran efectividad.

Se le puede pedir más a este Barcelona de Luis Enrique, pero los 12 puntos de 12 conseguidos dan colchón y tranquilidad al equipo de cara a una jornada a mitad de semana bastante complicada, en otro desplazamiento difícil, como suele ser La Romareda, para enfrentarse al Málaga del siempre rocoso Javi Gracia. Sin duda, estos cinco goles, el liderazgo y los deberes hechos en los primeros cuatro partidos, permiten al equipo trabajar a fondo en mejorar sus prestaciones.