Tras el empate y las malas sensaciones frente al Málaga en La Rosaleda, el Barcelona buscaba volver a su mejor versión. Sin Piqué, Iniesta y Pedro, Luis Enrique le daba la primera titularidad a Xavi Hernández y volvía a apostar por Mascherano - Mathieu en defensa y Munir en ataque.

El equipo empezó serio y con ganas de imponer el ritmo alto que le gusta, con el que se siente cómodo. La pelota iba a una velocidad alta y Xavi y Rakitic marcaban el 'tempo' que más le convenía a cada acción.

La mejor notícia: la presión

Pero la gran diferencia fue la presión. La presión alta del Barcelona empieza a ser una seña identitaria del equipo de Luis Enrique y le está dando puntos a los pupilos de 'Lucho'.

Todos defienden y todos atacan

La voracidad del Barça, ilustrada en el compromiso defensivo de Leo persiguiendo cada balón, le está dando el plus de rendimiento que necesitaba el conjunto azulgrana para volver a ser candidato a todo sin discusión.

Los mecanismos defensivos con el nuevo sistema se van asimilando y dan los resultados esperados: una acción defensiva correcta permitió a Neymar robar un balón y abrir el marcador en la primera mitad.

La generosidad de Messi

Leo Messi está ofreciendo una versión mucho más altruista en este inicio de temporada. Busca a sus compañeros, da asistencias de gol y elige siempre la mejor opción para el equipo. La versión menos egoísta de Messi aparece cuando Neymar es más decisivo y más goleador. El equipo tiene a los dos jugadores en plena forma y entre los dos sumaron cinco de los seis goles del partido y Messi le dio la asistencia a Rakitic en el gol que falta.

Con Messi jugando para el equipo y participando en tareas defensivas, el bloque es mucho más compacto, la presión arriba más efectiva y los resultados acompañan al juego del equipo.

Capitán Xavi

Como buen capitán, Xavi agarró el timón de la embarcación azulgrana en cuanto pisó el césped. El de Tarrasa deleitó a propios y a extraños con un partido espectacular. Lo interpretó a la perfección, circuló la pelota rápida y defendió como hacía años que no se veía. Físicamente, se le vio a un nivel muy alto y completó los 90 minutos demostrándole a Luis Enrique que si lo necesita puede contar con él.

Xavi volvió a ser el de años pasados, una gran noticia para Luis Enrique

Junto con Xavi, Rakitic volvió a ser uno de los mejores. Alternaron muy bien el juego por fuera y por dentro, encontrando donde estaban las igualdades para que los hombres ofensivos jugaran el uno contra uno. También supieron encontrar a los laterales sorprendiendo a la zaga, como en el gol de Messi que Xavi asistió magistralmente a Alves para que centrara al primer toque.

La imbatibilidad, detalle importante

Otra jornada más, el Barcelona demuestra la gran solidez defensiva que está adquiriendo en la presente temporada. Aún no ha encajado gol en ninguna competición oficial y suma 17 goles a favor. Con un Mathieu excepcional con metros a su espalda, el Barça está encontrando aquel central rectificador del estilo de Puyol y Abidal que tanto había echado de menos.

La relación entre goles encajados y la mejoría defensiva también está relacionada con los mecanismos defensivos de todo el equipo. El conjunto azulgrana sufre menos en las jugadas a balón parado y corta los contragolpes en el inicio. En defensa estática, no ha tenido dificultades debido al estilo de los rivales, que rechazan la posesión y prefieren esperar atrás y atacar rápidamente con balones largos.