Luis Enrique ya sabe lo que es perder como entrenador del Barcelona, tras caer derrotado en la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions frente a un buen PSG. Era el primer encuentro con un rival de entidad y era el termómetro para valorar cómo estaba realmente el equipo, y los de Laurent Blanc sacaron más defectos de los que se pensaba que tenía el cuadro catalán.

La primera parte tuvo claros y sombras. Si Luis Enrique decía en rueda de prensa que no se fiaba de las palabras de Laurent Blanc sobre que no iba a cerrarse en su campo sino que presentaría un juego ofensivo, enseguida vio que el técnico francés iba muy enserio. Supo cómo jugarle las cartas al Barça, presionando la salida de balón azulgrana pero en ningún caso reculando.

Adiós a la imbatibilidad

El primer tanto del partido no se hizo esperar. David Luiz controló un balón muerto dentro del área tras una falta lateral, que causó Dani Alves y que centró de forma exquisita Lucas Moura. El central brasilero ganó claramente el uno contra uno frente a Mascherano, que quedó retratado en la fotografía de la primera diana parisina.

Con este tanto, Ter Stegen empezó a restar puntos en su lucha particular con Claudio Bravo, de momento imbatible. El guardameta rompía los récords de imbatibilidad que el equipo podía conseguir en este partido.

Empate fulgurante

Cuando la hinchada ‘parisien’ todavía celebraba la ventaja en el marcador apareció, como no podía ser de otra forma, Leo Messi. Apenas dos minutos después, el astro argentino contestó al tanto de David Luiz con una respuesta contundente, inapelable. Tras una pared con Iniesta, el manchego le devolvió el balón en el interior del área y ‘la pulga’ no perdonó sentenciando el gol más tempranero de la temporada.

Con el empate, el equipo del lucho ganó en fluidez en ataque, el PSG dejaba muchos metros para jugar a los azulgranas, ofreciendo un partido mucho más abierto que los últimos rivales. Pese a ello, a disputar el tipo de juego que mejor le va al Barcelona para sacar un partido, los franceses en ningún momento perdieron el control del partido.

Lucas Moura, la pesadilla azulgrana

Con los laterales del Barcelona fuera de combate, bien porque no tenían demasiada incidencia por el tipo de partido que planteaba el PSG, bien porque Lucas Moura le ganó la partida a Jordi Alba, tanto el catalán como Dani Alves estuvieron muy blandos en ataque. El brasilero fue, de lejos, el mejor del equipo local y su alto nivel hizo preguntarse a más de uno por qué Scolari no contó con él para el Mundial.

Pese a esta gran bestia negra para los azulgranas en general y Alba en particular, los catalanes ofrecieron una buena versión del equipo. Estuvo bien en ataque, aunque no aprovechó del todo bien a Neymar y un irrelevante Pedro que fue el peor del Barcelona. De hecho, los azulgranas se mostraron más imprecisos en campo propio que en campo contrario.

Foto: FC Barcelona

Las pérdidas tontas de balón y las constantes pifias defendiendo a balón parado, delante de un equipo como el PSG se pagan. Y es lo que le ocurrió al Barcelona. Una de ellas por parte de Ter Stegen y Rakitic, costó el segundo tanto de los locales.

Córner de los franceses. El cancerbero azulgrana salió mal y Verratti lo aprovechó para rematar de un cabezazo el balón y mandarlo al fondo de la malla. Todo lo que el Barça había ganado en fluidez lo perdió a partir del gol del italiano. Ganó en impaciencia, transformado en pases verticales sin sentido y múltiples pérdidas de balón. Con un resultado engañoso de 2-1, los 22 jugadores se fueron al descanso con victoria local.

El Barcelona, roto y frágil

Con la reanudación del partido, apenas habían pasado las primeras comparsas del segundo tiempo cuando Matuidi amplió la diferencia en el marcador. Van Der Wiel centró el cuero por la banda de Jordi Alba y remató el centrocampista francés subiendo el tercero local en el marcador. Como ya pasó en la primera parte y con un guión muy parecido, la respuesta azulgrana apenas se hizo esperar.

En la jugada posterior al gol, Neymar cazó un balón de Alves al que Messi no llegó a rematar, lo bajó, y lo mandó al fondo de la red con un chut cruzado, aguando la fiesta a un PSG que se había venido arriba tras el gol de Matuidi.

Con la fiesta de goles acabada, el partido se convirtió en plano, con un Pedro que pedía a gritos el cambio. Sandro y Munir tuvieron minutos y los aprovecharon, aunque no acabaron materializando ninguna de sus ocasiones en el gol del empate. El Barcelona tenía el cuero en una posesión sin sentido. Vulnerable y frágil, el cuadro de la Ciudad Condal no volvió a ver portería.

Los goles

Las puntuaciones

Paris Saint Germain FC Barcelona
Sirigu 6 Ter Stegen 4
Van der Wiel 6 Alves (83') 4
David Luiz 7 Mascherano 5
Marquinhos 7 Mathieu 6
Maxwell 5 Alba 4
Motta 5 Busquets 6
Verratti (71') 8 Rakitic (68') 5
Matuidi 6 Iniesta 7
Pastore (86') 8 Pedro (62') 3
Lucas Moura (90') 9 Messi 8
Cavani 6 Neymar 7
Suplentes
Cabaye (71') 6 Munir (62') 6
Chantôme (86') - Xavi (68') 5
Bahebeck (90') - Sandro (83') 6