El matrimonio entre el Barcelona y el Arsenal no data de muchos años, pero ha dado grandes frutos a los dos equipos. Se podría decir, que el Barça encuentra en el conjunto de Londres su propia cantera, y este, hace lo mismo, pero con los canteranos azulgranas. Todo comenzó en el año 2000, de la mano del ahora ex presidente del Barça, Joan Gaspart.
Thierry Henry... ¿el mejor fichaje?
Tras la conocida marcha del futbolista portugués, Luis Figo, al Real Madrid, el presidente catalán se fijó en el equipo de Londres. Para cubrir su salida fichó a Mark Overmars y a Emmanuel Petit. El holandés por 40 millones de euros, y el francés por unos 15. En su momento, el fichaje del primero supuso el traspaso más caro de la historia del conjunto azulgrana. El rendimiento de los dos fue muy malo, y por una cosa u otra, nunca llegaron a demostrar la calidad por la que se fijó en ellos el Barça.
Tres años después llegó el siguiente desembarco ‘gunner’ a la ciudad condal. En este caso fue Gio Van Bronckhorst, que llegó con la carta de libertad bajo el brazo. Y lo cierto es, que el único fichaje que llegó a coste cero del Arsenal ha sido el que mejor rendimiento ha dado en un largo plazo. Después del lateral holandés llegó un viejo conocido de la afición azulgrana, el delantero francés que tan buen rendimiento le dio a Wenger en la Premier League, Thierry Henry, por un coste de 24 millones de euros, para formar una temible delantera con Ronaldinho, Eto’o y Messi.
Henry: "El 2-6 no se me olvidará nunca; fue una gozada"A pesar de la expectación creada por su fichaje, el experimento resultó un fiasco para Rijkaard, aunque al siguiente año, cuando llegó Pep Guardiola, todo se levantó. Henry formó una tripleta de ensueño con Eto’o y Messi, y consiguió ayudar al equipo a hacerse con el ansiado triplete. En su último año no jugó como se esperaba, pero dejó un buen sabor de boca en el aficionado azulgrana.
Es cierto que Guardiola supo sacar el máximo de Henry, pero después llegó uno de los mayores fiascos de la historia azulgrana: Alexander Hleb. El habilidoso bielorruso llegó por petición expresa del técnico catalán, y no supo sacarle nada de jugo a su valioso fichaje de unos 16 millones de euros. En cuatro años lastró al conjunto azulgrana y se fue cedido a todos los equipos posibles hasta finalizar su contrato.
El mayor exponente de esta sociedad es Cesc Fàbregas. El mediocentro catalán es canterano del Barça, pero un día, llegó Wenger y se hizo con el prodigio de 16 años. Pasó muchos años en el Arsenal, incluso se llegó a hacer con el brazalete de capitán del conjunto ‘gunner’, pero tras muchos años de negociación, el conjunto azulgrana logró hacerse con 40 millones de euros y traer de nuevo al canterano a la ciudad condal.
Cesc marcó 42 goles en 151 partidosPero, lo que parecía un regreso para quedarse para siempre no terminó así. Tras tres temporadas siendo cuestionado por su rendimiento sobre el terreno de juego, el mediocentro de Arenys decidió poner fin, de nuevo, a su vinculación con el club de sus amores, y marcharse de nuevo a la Premier League, pero no al equipo de Londres, sino al Chelsea de José Mourinho.
Pero no todo acaba en Cesc. Hace un par de años llegó a Barcelona el mediocentro camerunés, Alex Song, que no consiguió hacerse un hueco en el equipo azulgrana, y finalmente, acabó yéndose cedido a otro equipo de Londres, al West Ham. El camerunés llegó para hacer olvidar a Seydou Keita, pero lo único que hizo es recordarlo más a la afición azulgrana, aunque también es cierto que nunca llegó a jugar en su posición habitual, donde despuntó en el Arsenal e hizo que el Barça acabara pagando unos 15 millones de euros por él.
El último en llegar del Emirates fue Thomas Vermaelen. El defensa central belga llegó este mismo verano al Barça y costó algo más de 10 millones de euros. No podemos hablar de él, porque por una cosa u otra, todavía no ha podido debutar y demostrar su enorme calidad, pero se espera que pueda cumplir en buen papel en la entidad azulgrana.
El Arsenal se fija en la cantera azulgrana
El conjunto ‘gunner’ no suele destacar por fichar a jugadores del Barça por un alto precio, es todo el contrario. De la mano de Wenger, se fijan en las jóvenes perlas de la cantera culé, y les convencen para continuar su carrera en el norte de Londres. El primero en marcharse fue el anteriormente nombrado, Cesc Fàbregas, por el cual, según el portal Transfermarkt, el Arsenal llegó a pagar algo más de 3 millones de euros cuando todavía era un juvenil.
Del año 2002, hay que pasar hasta el 2005 para ver otro desembarco azulgrana en el ahora nombrado, Emirates Stadium. Se trata de Fran Mérida, que aunque estuvo poco tiempo en el conjunto ‘gunner’ y demostró tener buena calidad, nunca consiguió despuntar, y ahora mismo está con su carrera en la liga de Brasil.
Otros casos similares al de Cesc Fàbregas y Fran Mérida son jugadores como Ignasi Miquel, que pasó por las categorías inferiores del Barça, pero que ahora mismo ya no se encuentra en el Arsenal. También el mediocentro Jon Toral, que se marchó del Juvenil A muy joven al Arsenal.
La cantera azulgrana es el eterno objetivo de WengerEl lateral derecho, Héctor Bellerín, está comenzando a despuntar esta temporada en el conjunto ‘gunner’, y también es un producto de La Masía. Se marchó del Juvenil A azulgrana en el 2011, y tras pasar por las categorías inferiores del Arsenal y por el Watford cedido, esta temporada ya ha llegado a debutar con el primer equipo en la Champions League. Todo parece indicar que será un jugador a seguir de cerca en un futuro no muy lejano.
El último canterano azulgrana en jugar en el Arsenal es un caso totalmente distinto al de los demás- Se trata de Mikel Arteta. Pasó por las categorías inferiores azulgranas hasta llegar al primer equipo y marcharse al Rangers en la temporada 2002/2003 por algo más de 7 millones de euros. Tras algunos años en la Real Sociedad y en el Everton, fichó finalmente por el conjunto del Emirates por unos 15 millones de euros.
Por último, esta misma temporada se ha vivido un desembarco de Barcelona hacia Londres. El extremo chileno, Alexis Sánchez, tras pasar tres años algo flojos en el conjunto azulgrana (llegó procedente del Udinese por unos 25 millones), decidió poner fin a su carrera como culé, y marcharse al Arsenal por algo más de 35 millones de euros.