El 3-0 final ante el Eibar podía hacer pensar a aquél que no haya visto el partido que fue una victoria plácida para el conjunto de Luis Enrique. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Ante un equipo que ha sabido competir en estadios como El Calderón o San Mamés, los locales vieron como incluso en dos ocasiones los de Ipurua pudieron adelantarse en el marcador debido a desajustes defensivos, sobre todo en el costado derecho ocupado por Piqué y un Alves desdibujado y fuera de lugar. El partido tuvo de todos los colores, pero también lució uno bastante claro y uniforme: Xavi sigue siendo necesario. 

Xavi como termómetro (por enésima vez)

Xavi Hernández es el jugador "Barça" por excelencia. Nadie ha interpretado mejor el juego de posición y la esencia del juego culé, donde el balón y la posesión efectiva, que no el "tiki-taka", son la vía siempre preferente para ganar. Ante el Eibar volvió a ser ese faro que ilumina todos los caminos cuando el resto de tripulantes del barco están perdidos en el terreno de juego. Esa paciencia en 3/4 de campo o ese último pase. Y, además, anotó un gol de tremenda belleza. Como en la mayoría de sus goles, la sensación volvió a ser que lo suyo fue más un pase a la red que un golpeo para batir a Irureta. 

Su asociación con Sergi Roberto puede funcionar: la pausa y la conservación la pone el de Terrassa mientras que Roberto es más anárquico. El 24 se desenvuelve bien en lo posicional pero también es un gran llegador y se ajusta mejor a la ida y venida, no tanto como Xavi Hernández, donde su papel el pasado año con Martino con tendencia a ese tipo de juego fue reduciendo su mejoría. 

Mascherano: opción pivote

Busquets y Samper fuera de la convocatoria hacían pensar en la inclusión de Mascherano en su posición natural, la del mediocentro. Como con Argentina, volvió a demostrar que a campo abierto es uno de los elementos más determinantes del mundo. Más posicional y retrasado que Busquets, que este año está teniendo más participación ofensiva partiendo diez metros más arriba de su sitio habitual, jugó como corrector para los riesgos de Roberto y Xavi ante un bloque bajo. 

Difícil de filtrar y batir con pases por dentro, Mascherano dio salida en largo mediante desplazamientos donde también destaca y se incorporó como tercer central para evitar segundas acciones y mejorar las ocupaciones en zona de remate rivales. Sin discutir la figura de Busquets, además "El Jefecito" aporta una visión más larga que la del de Badia. 

Neymar-Messi: esto sigue 

Una de las grandes reconversiones que está viviendo el FC Barcelona este año es juntar, ahora sí, a Neymar y Messi potenciando al máximo sus virtudes. Para ello ha hecho falta un Neymar más habitual al espacio y viniendo menos a asociarse y un Messi partiendo desde 3/4 juntándose con los interiores para ese último pase o diagonal con conducción hasta encontrar el remate. 

Mérito de Luis Enrique, juntar a estos dos astros era cuestión de tiempo. Luis Suárez está al caer, y parece que el tridente ofensivo con el uruguayo podría dar incluso más opciones de pase y asistencia al argentino.