Setenta minutos bastaron para saber que Suárez, a pesar del resultado final (3-1) y el devenir del equipo azulgrana en el Santiago Bernabéu, puede valer lo pagado y encajar junto a Messi y Neymar en el tridente ofensivo.

Insistente en los duelos, en cada uno contra uno, en el golpeo final y el movimiento sin balón, Suárez fue el jugador más profundo junto a Neymar y tuvo un par de ocasiones que podrían haber redondeado su actuación a nivel individual. 

El uruguayo volvió tras la sanción que en la que se vio inmerso tras el mordisco a Chiellini en el Mundial. La sorpresa fue inmensa cuando Luis Enrique decidió alinearlo en el once titular, por encima de Pedro o Rakitic, que cedió su sitio a Xavi. Mathieu, por su parte, fue la apuesta en el lateral izquierdo.