Messi echa fuelle a un Barcelona irreconocible

Con toda la presión de dejar fantasmas atrás y reivindicar su juego, el Barcelona de Luis Enrique se plantó en el Amsterdam Arena, donde empezó su pesadilla la pasada campaña con Tata Martino. El partido en el Camp Nou contra los tulipanes no pudo ir mejor, a pesar de que a más de un seguidor culé se le encogiera el corazón en los instantes finales. Los azulgranas hicieron la mejor primera parte de la temporada antes de visitar el Santiago Bernabéu, que supuso el principio de la debacle que está viviendo el cuadro catalán en los últimos partidos.

Desorientados

El enfrentamiento en tierra holandesa distó mucho desde el principio del vivido apenas hace quince días en el feudo azulgrana. El Ajax salió con las lineas muy juntas y mucho mejor posicionado que los visitantes, que ya desde el principio empezaron mal colocados sobre el verde. Pasaban los minutos y los tulipanes sorprendían: jugaban mucho mejor, mantenían durante más tiempo su fútbol y tenían la suficiente mobilidad e inteligencia táctica para desconnectar el centro del campo azulgrana. La buena presión local impedía al cuadro culé salir con criterio.

Klassen puso en más de un aprieto a Ter Stegen, que demostró su gran calidad y quién salvó al equipo de tener que remontar un resultado desfavorable. El portero hizo gala de su buena reputación con los pies, y puso y dispuso los balones donde su equipo precisó en cada momento. No fue el único que estuvo sembrado en la primera parte y que ayudó al conjunto a mantener la dignidad en el marcador, ya que sobre el verde no era capaz de asociarse como es habitual. O como era habitual.

Jordi Alba fue el hombre de Luis Enrique en la primera mitad sin lugar a dudas. Con un Alves desaparecido y que pidió a gritos el cambio desde apenas el primer cuarto de hora, el de l'Hospitalet estuvo providencial. Fue quien paró todas las jugadas de los tulipanes y el gran salvador del equipo. En más de una ocasión se vio al catalán enfadado con la actitud y el juego de los pupilos azulgranas y dando puñetazos al aire a gritos.

Leo Messi, el salvador

El Barcelona jugaba a lo único que no sabe hacer: A la contra. Tiraban de balonazos, jugadas verticales e individualidades. En una de estas individualidades, Leo Messi volvió a ser desequilibrante para el equipo, poniendo punto y aparte al sufrimiento visitante. Tras alguna buena jugada de ataque que no tuvo premio, llegó el primer tanto del partido. Alves colgó un balón bombeado, Cillessen salió a por uvas, Bartra se anticipó al guardameta y centró un balón que cayó en los pies de 'la pulga', que remató a placer a portería vacía.

El gol rompió el ritmo del partido y acabó con los minutos de dominio tulipán. No fue drástico, pero el cuadro azulgrana vio como empezaba a frenarse la presión asfixiante del Ajax. Faltaba poco para el descanso, y la diana llegó en los minutos psicológicos y supuso un antes y después para el equipo y el partido. La reflexión llegó en la media parte, dónde el Barcelona vio como no podía perder contra un rival teóricamente inferior.

La calma

La tranquilidad y la calma llegaron a partir del minuto 46. El juego continuaba yendo de una portería a otra pero se veía más intención a los jugadores azulgranas de asociarse y de hacer que las transiciones de posesión fueran menos drásticas. Se veía un Ajax muy cambiado respecto a la primera mitad, posiblemente en el mismo porcentaje que el cambio de los visitantes. Los tulipanes, con las lineas muy pegadas en el tiempo inicial, fueron estirando las filas.

Luis Suárez, con la posición de extremo derecho en un inicio, pasó tras el gol de Messi a adoptar una posición de delantero centro, dejando al astro argentino más libre y tirado hacia la banda derecha. A pesar de esto, de darle una posición que le fuese más natural al uruguayo, falló tras 20 metros de sprint y solo ante el portero, el que debería haber sido el 0-2. La jugada siguió, y Messi cazó el balón rechazado por el guardameta holandés y volvió a fallar. Aunque estuvo más cómodo en el centro del ataque, perdió demasiados balones y no hizo un partido para recordar en un escenario especial para él.

El desequilibrio de 'la pulga'

Leo Messi volvió a ser desequilibrante para su equipo. Apenas sin despeinarse hizo todo lo que tuvo que hacer: anotar el gol de la tranquilidad y darle un cambio de rumbo al equipo, dio a Suárez la asistencia del que debería haber sido el segundo tanto azulgrana y provocó la expulsión de Veltman, quien lo derribó cuando se iba directo a meta y vio la segunda amarilla. Además, fue el autor de la sentencia azulgrana.

Tras una pared con Pedro, el canario le devolvió el balón a bocajarro y el rosarino no perdonó para poner el segundo, en un gol histórico en el que igualó a Raúl González Blanco como máximo anotador de la Liga de Campeones. Con 71 tantos, Messi se adelantó a Cristiano Ronaldo en otra de sus disputas personales por hacerse con el trono del fútbol mundial.

Con un jugador menos, un Barça que había recuperado a Xavi - o Xavi que había recuperado el juego del equipo - y que empezaba a carburar, el partido estaba visto para sentencia. El resultado camuflaba lo visto sobre el terreno de juego. Una media parte azulgrana que preocupa, un Ajax que mereció más tras una muy buena primera mitad y a quién un 0-2 pareció demasiado castigo. El Barcelona se volvía a la Ciudad Condal con los tres puntos y el sabor agridulce de a quién la suerte lo ha acompañado en su regreso a la senda de las victorias.

Las estadísticas del partido

Los mejores momentos

Las puntuaciones

AJAX AFC		FC BARCELONA
Cillessen	5	Ter Stegen	8
Van Rhijn	6	Alves (83')	4
Veltman	4	​ ​Bartra	7
Moisander	6	Mascherano	5
Boilesen	6	Alba	8
Klaassen	8	Busquets	5
Serero (79')	6	Xavi	7
Andersen (72')	5	Rakitic (79')	4
El Ghazi	6	Luis Suárez	4
Sigthórssom ('62)	6	Messi (36' y 75')	9
Schöne	6	Neymar (74')	6
SUPLENTES
Milik ('62)	7	Pedro (74')	6
Riedewald(72')	6	Rafinha (79')	S.V.
Denswil (79')	S.V.	Adriano (83')	S.V.