El aterrizaje de Luis Enrique como entrenador del Barcelona generó buenas expectativas para promover un cambio con respecto a la mala temporada anterior. El asturiano fue un futbolista que jugó en el club y, además, dirigió el Barça B, por lo que se le brindó mucha confianza.

La llegada de un nuevo entrenador a un club y un nuevo ciclo implica, entre otras cosas, el fichaje de futbolistas. El Barcelona incorporó en este mercado de pases un total de siete jugadores provenientes de otros clubes, aunque tambien cedió a varios. Pero lo que importa son las caras nuevas, ya que se deben adaptar a la filosofía culé y su estilo de juego.

Debido a las competencias que encaró el club, Luis Enrique apeló a una rotación de sus jugadores en el equipo y el once inicial sufrió constantes modificaciones. Y este es el problema. A pesar de los buenos resultados salen a la luz, el equipo muestra falencias en la cancha.

De los 11 encuentros por Liga que disputó el Barça, ocho derivaron en victorias, uno en empate y dos en derrotas.

El técnico asturiano siempre comenzó los encuentros con un dibujo táctico de 4-3-3, esto quiere decir que el esquema se puede moldear con el transcurso del partido. Pero Luis Enrique señaló en su momento que tenían que "lograr un dibujo táctico que se adapte a los jugadores, atacando y siendo asociativos", algo que aún está en proceso. Se habló de un 3-4-3 altamente ofensivo, más aún si se cuenta con la presencia del tridente Neymar, Messi y Suárez; también se planteó un 5-3-2, o 3-2-3-2, pero poco vistos. Esto le conllevaría a ciertos futbolistas a adaptarse a posiciones que no son las suyas.

Poco fútbol pero buenos resultados

Hasta ahora, de los 11 encuentros por Liga que disputó el Barça, ocho derivaron en victorias, uno en empate y dos en derrotas. En cuanto a la Liga de Campeones, logró tres triunfos y una derrota de los cuatro en total. Más allá de los números, el equipo no manifestó una gran efectividad futbolística: a nivel individual, en varias oportunidades existieron piezas claves para sellar los partidos.

Una situación puntual se pudo notar en el triunfo frente al Almería, donde Luis Suárez se lució y asistió en las dos jugadas de gol. Esa tarde no había sido puesto como titular, gran error del entrenador. Tampoco lo fue Neymar, ni Xavi, quienes ingresaron en la segunda etapa para darle juego al equipo.

Un problema sin solución

Las rotaciones en el equipo nunca vienen mal, siempre y cuando sus jugadores sepan en qué posición están jugando y si están cómodos en ella. Pero el Barça es la excepción, ya que las variaciones tácticas que propuso el entrenador desconcertaron a todos. Aún no se definió un estilo de juego o jugadas estratégicas para golpear al rival. La sociedad entre Messi y Neymar se fue apagando y no brilló como en otros partidos, sin embargo ambos son futbolistas fundamentales en el equipo, como así también Luis Suárez, pese a que su ausencia en el campo por varios meses tras la aplicación de la sanción le está jugando en contra, ya que no se pudo adaptar aún lo suficiente.

Foto: FC Barcelona

El asunto es que Luis Enrique, desde su llegada a mitad de año, no logró encontrar un equipo sólido. Los buenos resultados lo respaldan, pero se sabe que no existe un buen juego. El dibujo táctico no es el indicado, algunos futbolistas culés no se presentan con mayor comodidad dentro de cada esquema que propone el entrenador, y las rotaciones constantes complican el tema.

Luis Enrique no logró encontrar aún un equipo sólido, pero los buenos resultados lo respaldan.

Más que titulares

Desde el inicio de esta temporada, Luis Enrique nunca repitió el equipo, es decir, los once iniciales no fueron los mismos con respecto al partido anterior. Esto es un argumento de lo que ya se dijo previamente.

Sin embargo, hay tres futbolistas que, al menos en Liga, son titulares indiscutibles: Messi, Busquets y Bravo. El delantero, mediocampista y arquero respectivamente se perfilaron como jugadores privilegiados en los que el entrenador confía plenamente.

Cambios en todas las líneas

Primero que nada, el arquero. Claudio Bravo disputó todos los encuentros por Liga como titular, y, Marc Ter-Stegen, lo hizo en la Liga de Campeones. Hasta ahí no hubo complicaciones, ya que ambos, en líneas generales, manifestaron un buen rendimiento.

Ya en la línea defensiva el asunto varía. Es un sector donde los futbolistas rotaron demasiadas veces, más que nada la dupla de zagueros. Mascherano y Mathieu son los centrales que más veces jugaron como titulares, aunque, intercalados, Bartra y Piqué tuvieron sus minutos. Con respecto a los laterales, Dani Alves y Jordi Alba parecen permanecer en su puesto, pero de vez en cuando Luis Enrique apuesta por Adriano. El brasilero Douglas, aislado por lesión, no tuvo participación en las últimas semanas, al igual que Vermaelen.

El centro del campo es todo un tema. Como se mencionó antes, Busquets aparece con frecuencia en el once inicial. Con él, aparecen Xavi, Iniesta, Rakitic, Rafihna o incluso Sergi Roberto. Asimismo, de vez en cuando el entrenador adelanta a Mascherano en el campo para que juegue como volante defensivo. En el vaivén que exhibe el equipo, Xavi no fue puesto como titular en reiteradas oportunidades, siendo superada su experiencia y distribución de juego por la velocidad y quite de Rakitic. En cambio, el asturiano tuvo más consideración por Iniesta y lo colocó varias veces.

Finalmente, la delantera, encabezada por Messi, se altera en sus extremos. Por un lado, el tridente sudamericano junto con Neymar y Suárez es el que más chances tiene de acabar como titular. Por el otro, existen variaciones como la aparición de Pedro, Munir o Sandro, quienes en relación con los futbolistas mencionados anteriormente, no fueron suficientemente eficaces.

Una tarea dura para Luis Enrique

El Barça cuenta con una plantilla de 25 futbolistas, sumados algunos jovenes filiales de la Masía en los que el asturiano confía e invita a entrenar con el primer equipo. El hecho de tener varios jugadores en un mismo puesto implica todo un proceso que lleva su tiempo, y su integración en un esquema que aún no se definió del todo.

Luis Enrique deberá trabajar en este problema, y no será nada fácil. Mientras los resultados se den, el entrenador tendrá tiempo para evaluar distintas alternativas y proyectar un sistema de juego eficaz, de acuerdo a las condiciones de sus futbolistas.