Al filial barcelonista le urgía puntuar este sábado, no por su situación en la tabla clasificatoria, sino más bien para recuperar las buenas sensaciones y dejar atrás el bache por el que atravesaba. El choque con el Numancia se presentaba como una buena oportunidad para quitarse el mal sabor de boca que había dejado la eliminación de Copa Catalunya el pasado miércoles, aunque los sorianos se lo pusieron difícil a los barceloneses.

Salida en tromba del Numancia

El dominio del conjunto que entrena Juan Antonio Anquela fue a ratos avasallador en la primera mitad. Durante este tiempo los sorianos disfrutaron del control absoluto del juego y tuvieron al conjunto de Eusebio, que contaba con todos sus 'pesos pesados', encerrado en su campo hasta pasado el primer cuarto.

El primer toque de atención no se hizo esperar: Vicente dispuso de un tiro cruzado, desde el borde del área, que marchó a la derecha de la portería. Minutos después, Julio Álvarez estuvo a punto de marcar desde el córner, forzando a Ortolá a sacar con los puños desde la misma línea de gol.

El Numancia perdonó muchísimo a un filial barrido del terreno de juego en los primeros compases, como en la ocasión en la que Sergi Enrich, dentro del área, no llegó a rematar, pesé a estirarse, un centro que llevaba veneno.

Mil y una ocasiones desaprovechadas

El primer acercamiento al área por parte del Barça, que no se produjo hasta el minuto 17, tuvo a Sandro como protagonista. El grancanario se internó en el área pero su disparo rebotó en un contrario. El primer chut entre los tres palos de los azulgranas, de los pies de Dongou, que llegó en carrera, hizo que el guardameta Munir tuviese que intervenir.

A pesar de las ocasiones aisladas con las que contó el Barça B, los sorianos seguían controlando el encuentro y llegando arriba con peligro. Natalio la puso al segundo palo, entrando por la derecha, pero Vicente no llegó a rematar y Patric despejó a córner. Y después llegaría una acción polémica: la del gol anulado a Sergi Enrich por fuera de juego.

El de Ciudadela, futbolista más destacado de los numantinos, pudo poner a su equipo por delante, tras ganarle la espalda a Diagne y rematar por encima del travesaño. Sergi volvió a tener el gol a punto al irse con velocidad, dejando atrás a Edgar Ié primero, y después a Diagne, pero su disparo fue despejado a córner por un atento Ortolá.

Un jarro de agua fría

El encuentro se igualó justo antes del descanso, al que se llegó con empate sin goles, y los de Eusebio buscaron la portería, sin suerte. Adama pudo desnivelar al entrar con potencia y definir dentro del área, pero la jugada quedó obstruida por Munir, bajo palos. Con el tiempo cumplido, el de L’Hospitalet se fue de varios contrarios, a banda cambiada - por la izquierda - y forzó un centro para Dongou, pero se adelantó la defensa soriana.

Apenas el balón echó a rodar de nuevo, el Barça B recibió un auténtico jarro de agua fría. Después de tanto insistir en el primer período, Sergi Enrich acabó obteniendo su premio en un gol concebido tras un pase de Ripa, que se había zafado, por enésima vez, de Diagne.

Durante unos minutos el juego se estancó, hasta que llegó el empate de los azulgranas. En el minuto 61 Sandro anotó su primer gol con el filial esta temporada, tras recibir una asistencia de Dongou. El grancanario, que en 2014/15 suma tres goles con el primer equipo – dos en Liga y uno en Champions – no marcaba en Segunda División desde el 16 de abril, en el 2 a 1 sobre el Girona.  

Un punto que hace justicia

Adama volvió a maravillar con una extraordinaria jugada por la derecha, al dejar atrás a varios contrarios y poner un centro para Dongou, que intentó el remate, encarándose casi con el portero, que finalmente detuvo el balón. Una de las ocasiones con mayor peligro del conjunto catalán en todo el partido la protagonizó Edgar Ié, que se fue directo hacia la portería, pero dudó un segundo, y su disparó pegó en el poste derecho.

Munir, que hizo un partido discreto en la posición de interior, a la que no está acostumbrado, también se vino arriba en los últimos minutos y tras una carrera, con el balón pegado al pie, intentó una rosca que se marchó alto. Después combinó con Sandro, y el canario centró para Dongou, que chutó fuera.

El filial logró salvar un punto que da esperanza y hace justicia a los méritos de unos y otros. Las distintas pruebas que está llevando a cabo Eusebio para dar un giro a los resultados del equipo puede que estén empezando a funcionar, al menos eso se puede deducir de la actitud del Barça B en la fase final del encuentro. El próximo fin de semana, visita a la Ponferradina y de nuevo, a buscar esa victoria que se le resiste a los azulgranas.