Si disfrutas con algo es muy difícil saber decirle adiós. Eso mismo debe haberle ocurrido el ex azulgrana Eidur Gudjohnsen este pasado verano. Finalizado su contrato con el Brujas de la liga belga, el delantero islandés de 36 años no quiso descalzarse las botas y, tras fracasar su posible fichaje por el Copenhague a finales del mercado estival, finalmente ha sido el fútbol inglés el que ha vuelto a abrirle las puertas.

Tras varias semanas entrenando en la que fuera su casa hace ya quince años, Gudjohnsen firmó la pasada semana hasta final de temporada con el Bolton inglés. Eidur vuelve a casa por Navidad.

De Islandia pero con ADN británico

Miembro del mejor Barcelona de la historia, el jugador nórdico comenzó a hacerse un hueco entre los nombres importantes del fútbol británico tras su ya oficialmente penúltima temporada en el Reebok Stadium, ahora conocido como The Macron. Eran tiempos felices para un equipo acostumbrado al máximo nivel del fútbol inglés y que contaba, entre otros, con algunos de los mejores nombres de la escuela danesa por aquel entonces, como Claus Jensen, Michael Johansen o Bo Hansen, además de con un jovencísimo Kevin Nolan que aún continúa dando guerra por los mejores estadios de la Premier League. Dos temporadas acabando en la sexta posición, buenas campañas en FA CUP... el fútbol sonreía en la parroquia de Horwich gracias a los goles de un joven islandés que pronto haría las maletas rumbo a la capital británica. Un Chelsea muy cerca de hacerse grande le había invitado a formar parte de su vida.

Sin tener nada que ver con el conjunto blue que ahora todos conocemos, esos últimos años de los londinenses hasta la llegada de Roman Abramovich también dejaban ver por Stamford Bridge algunos nombres importantes del mundo del fútbol. Futbolistas como Gianfranco Zola o el ex colchonero Jimmy Floyd Hasselbaink compartían delantera  con un sorprendente Gudjhonsen que poco o nada tardó en ganarse el corazón blue. Dirigido durante su primer año por los italianos Vialli y Claudio Ranieri, aquel Chelsea capitaneado por Marcell Desailly consiguó entrar en competiciones europeas gracias, en parte, a los 41 goles entre sus tres jugadores de ataque, destacando los 13 de nuestro protagonista. 

Los años posteriores provocaron un cambio drástico en la política e imagen del club. Con el multimillonario ruso se acercaron al lujo barrio londinense algunos de los mejores jugadores del mundo. Delanteros como Hernán Crespo o Didier Drogba iban cada vez poniéndole las cosas más dificiles en una de las plantillas más imponentes del fútbol mundial pero, a pesar de todo, su esfuerzo y trabajo eran vistos por buenos ojos -especialmente por un José Mourinho con el que tuvo una relación especial-. Tras conseguir sus primeros títulos importantes como jugador, la llamada del Barcelona le deparó un nuevo reto fuera de las islas y terminó por traer sus goles a las redes del Camp Nou.

Con la difícil papeleta de sustituír al sueco Larsson, Eidur tuvo que vivir con el fantasma del ex del Celtic durante sus dos primeros años. Con un juego mucho menos de área y más de complemento junto al punta, el islandés pasó dos malas temporadas con la camiseta azulgrana. El mal momento del equipo y la marcha de Rijkaard, hombre que había sido su fiel valedor aquel verano de 2006, lo colocaron en la puerta de salida tras un bagaje de dos años y ninguna conquista, una pegada más bien escasa.

Uno más en el mejor Barcelona de la historia

En el último momento, un novato Guardiola sentado en los banquillos le ofreció una última oportunidad que Eidur Gudjohnsen nunca podrá olvidar. Un año mágico. Campeón de todo donde el islandés disfrutó de minutos en uno de los mediocampos con más calidad de la historia del fútbol mundial. La imagen de jugador tosco y delantero de área quedó desterrada tras el nuevo rol que Guardiola quiso ofrecer a Eidur. Físico, trabajo y llegada. Destacados algunos goles de aquel año como el que permitió vencer al Betis en el descuento en las primeras jornada de Liga, la a guinda la puso la final de Roma. El único jugador en la historia de Finlandia con una Copa de Europa. 

Los sueños no son eternos y al vikingo islandés le tocó bajarse del barco. Muchas camisetas de diferentes colores. Mónaco, Tottenham, Stoke City, Fulham, AEK de Atenas y el ya mencionado Brujas. Salir de Barcelona lo llevó a navegar a la deriva hasta volver a casa. Seis meses de sensaciones ya vividas y de momentos encontrados y, con casi toda seguridad, seis meses de goles.