"Le tenemos ganas al PSG porque nos ganaron y porque son aspirantes". Así de contundente fue Luis Enrique sobre el partido de Champions en la rueda de prensa previa y así se demostró. Atrevido, como siempre, Lucho provocó estragos entre el entorno azulgrana con la convocatoria de jugadores. Alves, como se sabía, no estaba entre los jugadores que conformaban la lista por sanción. Tampoco lo estaban Douglas ni Montoya, sus recambios naturales, por decisión técnica. Las hipótesis sobre las diferentes variantes tácticas empezaron a sonar. Adriano y Jordi Alba como carrileros o Bartra como lateral. Esas parecían las dos opciones más viables. Cuando se hizo pública la alineación no dejó a nadie indiferente.

Bartra, Mascherano, Mathieu y Piqué estaban en el once titular. El estreno del 3-4-3 de Luis Enrique era inminente. Con la mejor entrada del año, más de 82.000 aficionados se acercaron al Camp Nou con curiosidad para ver la nueva solución táctica del lucho. Los primeros compases del partido fueron como el técnico azulgrana había previsto: los de Laurent Blanc convencionales cerrados en su área. Lo que quizás no esperaba el entrenador asturiano era que los parisinos se adelantarían con un tanto tempranero.

Desubicados

El Barça empezó sintiéndose más cómodo en defensa que en ataque. En los primeros minutos fueron dominados por los franceses, que a diferencia de los locales sabían lo que querían posicionalmente. El medio del campo culé era un auténtico caos. Los jugadores estaban demasiado separados. Notaban a cada jugada la ausencia de un mediocampista. Con Mascherano y Busquets que parecían mediocentros, al cuadro de la Ciudad Condal le hacía falta un referente en la zona medular cuando no aparecía Messi.

En estas llegó el tanto de Ibrahimovic. Mattuidi le cedió el balón al sueco tras un error de Mascherano - pareja de baile de Zlatan en esta ocasión-, que no dudó en rematar con un chut inapelable a la primera ocasión que tuvo el delantero. Ter Stegen tuvo poco que hacer.

Capacidad de reacción

Lejos de venirse abajo, el Barcelona tiró de sangre fría para revertir el marcador. Pese a que los visitantes tenían el partido donde querían (el Barça necesitaba dos goles como mínimo para pasar primero y podía dar lugar a la desesperación) los de Luis Enrique no tuvieron suficiente. Apenas tres minutos después, Luis Suárez mandó un servicio directo al interior del área. Messi cazó el balón y lo mandó al fondo de la malla con un remate nada fácil al que Sirigu no pudo ni oler.

Tanto moral para los azulgranas, que encontraron en este gol el bálsamo para proseguir el resto del encuentro a pesar de que fue en una jugada aislada. El enfrentamiento estaba abierto, había pocas ocasiones por parte de ambos equipos pero todas las que había eran clarísimas. Ter Stegen estuvo brillante evitando que los de París se pusieran por delante de nuevo en el marcador. Lo mejor del partido es que el equipo se reencontró con la presión en campo contrario, algo que quería lograr Luis Enrique en este partido. Lo peor, que todas las ocasiones más claras del PSG fueron por distracciones absurdas.

Foto: FC Barcelona

Con tablas en el marcador, el equipo fue de un claro menos a más. El Barcelona juntó más las lineas, encontraron más espacios y presionaban muy bien en la salida del balón. A punto de concluirse el primer acto, apareció Neymar. 'O rey' mandó el cuero al fondo de la portería de Sirigu con un brillante tiro de rosca desde fuera del área. Llegó el segundo cuando Iniesta, prácticamente desaparecido durante las primeras comparsas, empezó a aparecer. De hecho, el segundo tanto nació de una recuperación del balón del manchego.

Se impuso la calidad

Se acabó el primer tiempo, con un Barcelona que empezaba a dejar algo parecido a buenas sensaciones tras un inicio estrepitoso. Intenso en la recuperación y con un medio campo más reconocible, el conjunto azulgrana se fue al descanso con dos goles en los minutos psicológicos pero sin continuidad en el juego. La calidad del tridente ofensivo se impuso sobre el juego en general. Funcionaban bien los tres delanteros de oro y funcionaba bien la defensa, pese a que Mathieu se encontraba continuamente ahogado por Lucas Moura y Mascherano tuvo algún despiste que costó caro al equipo.

En la segunda mitad, Bartra fue uno de los nombres destacados. Salvó bajó palos en dos ocasiones a su equipo del empate. Los locales estaban pendientes del resultado, se dejó ir al ecuador de la segunda parte. El PSG recogió los pedazos que habían quedado de su moral para animarse y aprovechar el momento de debilidad azulgrana. Lucho dio entrada a Xavi por Iniesta cuando el equipo más necesitaba el balón. Cuando parecía que el empate estaba más cerca del 3-1, apareció Luis Suárez. El uruguayo, que luchó y presionó como pocos durante todo el partido, encontró su recompensa. Aprovechó el rechace de un chut de Neymar por parte de Sirigu para anotar el gol de la sentencia.

Era el primer tanto de Suárez en el Camp Nou. La primera vez que el tridente de oro conseguía anotar un gol por cabeza. El pase como primeros de grupo estaba más que sentenciado, el Barça iba a conseguir la sonrisa final.

Una serie de crónicas desdichas

Lo que quedaba de partido fue una serie de crónicas desdichas. Errores por parte de los dos equipos impropios de cuadros de tanta entidad. El Barcelona iba a lograr un histórico pase a los octavos de final, siendo el octavo año consecutivo que lo lograba como primero de grupo, hito que ningún otro equipo había conseguido antes. Messi se iba del feudo azulgrana con un nuevo récord: haber igualado a Raúl como máximo goleador en competiciones europeas. Como dato, 7 de los últimos 8 goles de la pulga han sido con la derecha, su -en principio- pierna mala.

El experimento de Luis Enrique había funcionado. El cuadro catalán había conseguido su objetivo pese a dejar sensaciones irregulares sobre el verde. Tras un principio con desubicaciones el equipo empezó a pulir su versión particular del 3-4-3 dejando clara una cosa: no es una solución permanente. Frente equipos que provocan en los jugadores la intesidad en la presión como el PSG es un sistema que puede funcionar, pero dio la sensación de no ser una opción con equipos de la liga española que les exigan menos intensidad.

Las cifras del partido

FC BARCELONA PSG
3 Goles 1
11 Remates 11
1 Fueras de juego 3
3 Córners 3
12 Faltas 12
0 Amarillas 1
52 Balones recuperados 65
79 Balones perdidos 65

Las puntuaciones del encuentro

FC Barcelona PSG
Ter Stegen 7 Sirigu 4
Bartra (90') 8 Van der Wiel 5
Piqué 6 Thiago Silva 6
Mathieu 4 David Luiz 6
Mascherano 5 Maxwell 7
Busquets 5 Thiago Motta 5
Pedro (67') 5 Marco Verratti (63') 5
Iniesta (73') 6 Matuidi (75') 5
Suárez 9 Lucas Moura 8
Neymar 7 Cavani 6
Messi 8 Ibrahimovic 8
SUPLENTES
Rakitic (67') 6 Pastore (63') 6
Xavi (73') 7 Lavezzi (75') 6
Adriano (90') -