El Barça B cayó goleado por el Valladolid en el José Zorrilla de manera humillante en un partido en el que la posesión de balón no dejó de ser simbólica. A los pupilos de Eusebio, que tras esta derrota se quedan con 20 puntos, solo les separa un punto del descenso, y no parecen dar síntomas de mejoría alguna con el paso de las jornadas.

Estéril posesión de balón

Aunque desde el inicio fue el filial el que propuso llevar las riendas, y tuvo el control de la pelota, pasó la mayor parte del tiempo en su propio campo. Entre las escasas apariciones de los azulgranas arriba durante el primer período se cuenta la entrada de Adama en el área en el minuto 6. El de L’Hospitalet no encontró el hueco entre los defensas, cedió el cuero a Sandro, quien lo puso en corto para Halilovic, y el chut del croata fue despejado a córner.

Las llegadas del Valladolid eran más frecuentes y más claras. Cumplido el primer cuarto, Óscar González asistió a Jeffrén, que no acertó en la definición, completamente solo ante Ortolà, y envió el esférico a la derecha de la portería. El alicantino tuvo que emplearse poco después, estirándose para atajar un chut.

Un gol de Óscar da alas al Valladolid

El conjunto de Rubi ofrecía cada vez más peligro en ataque. Un recorte de Jeffrén, que entró por la derecha y se fue de Bagnack con facilidad, sirvió para que el canario-venezolano sirviese el esférico a Álvaro Rubio, cuyo remate despejó Samper a córner.

El gol que abrió la lata para los pucelanos llegó cuando Óscar González cabeceó al fondo de las mallas un balón recibido tras un saque de esquina, en el minuto 24, y apenas en el 25, Mojica, en una acción por la banda izquierda, pasó el balón entre las piernas de Diagne y superó a Ortolà para anotar el segundo de su equipo.

El Valladolid se sintió mucho más cómodo sobre el terreno de juego tras la llegada de los goles, mientras al filial barcelonista comenzó a caérsele el mundo encima. Por la cabeza de los jugadores debieron pasar mil cosas, tras los resultados de las últimas jornadas y las palabras de Eusebio en la última rueda de prensa. En el minuto 33, Sandro lo intentó a la desesperada, con un chut al borde del área que se fue muy alto.

El infortunio de Bagnack

Al acierto y la eficacia de los locales, que sin hacer nada extraordinario estaban superando a los catalanes, se unió el infortunio del gol de Bagnack en propia puerta, en una acción iniciada por Óscar González, que sirvió un pase a la izquierda, donde Mojica centró al área, y el camerunés empujó el balón dentro, al fondo de la red.

La defensa, a la que no se puede señalar como única culpable de la derrota, cometió infinitos errores que provocaron que el equipo fuese cuesta abajo y sin frenos en tierras castellanas. Y en una de esas, llegó el cuarto de los pucelanos, que sirvió para que Óscar firmase su doblete particular.

Jeffren Suárez festejó el gol ante su ex equipo

En la segunda mitad, más de lo mismo. El exbarcelonista Jeffren Suárez se sumó a la lista de goleadores anotando su propia diana en el minuto 57, al recibir un magistral servicio de Peña y rematar con la espuela a la red.

Un calvario humillante

La entrada de Joan Román en lugar de Sandro dio otro aire al equipo. El tarragonense remató de volea al travesaño, en la que fue la mejor ocasión del filial en todo el partido. Después chutó un balón que bloqueó Javi Varas con las manos, el rebote le llegó a Babunski, cuyo disparo detuvo de nuevo el portero. El ‘10’ del filial volvió a intentarlo con un golpeo que fue desviado a córner.

Los goles siguieron llegando para el Valladolid. Fue Mojica el que repitió, al aprovechar una salida al contragolpe. En su primer disparo, bloqueó Ortolá, pero al recibir el rebote batió al guardameta alicantino para hacer el sexto de los pucelanos en el minuto 77. El portero se estiró después para evitar que entrase un chut de Rubio, pero no pudo reaccionar ante el gol de Bergdich, que se giró dentro del área entre dos contrarios para cruzar el balón y hacer subir el humillante 7 a 0 al marcador.

Cierre de 2014 al borde del precipio

El conjunto de Eusebio, que en esta irregular campaña ha comenzado a declinar, dio muestras de haber perdido su seña de identidad sobre el césped del José Zorrilla. Si bien en otras ocasiones los barcelonistas ofrecieron una mejor versión y no tuvieron el resultado de cara, en esta no hubo nada que sacar en claro sobre el equipo. El filial comienza sus vacaciones navideñas este lunes, con la sombra del descenso acechándole, sabiendo que el próximo 3 de enero recibirá la visita de un potente rival, la UD Las Palmas.