Había mucha expectación sobre el partido que pudiera realizar Leo Messi tras una semana llena de polémica en la que se habló de enfrentamiento con Luis Enrique, la ausencia del argentino al entrenamiento abierto a la afición y de un posible guiño al Chelsea al hacerse seguidor suyo en una red social. Demasiado ruido exterior para frontar un partido en el que el Barcelona debía dejar resuelta la eliminatoria de Copa del Rey ante el Elche

Ante el equipo de Escribá, Leo Messi no sólo ha sido titular sino que ha lucido el brazalete de capitán ante las ausencias en la convocatoria de Xavi e Iniesta. Era solamente un símbolo, pero ahí estaba. Además, la absoluta entrega de la afición hacia el argentino quedó clara desde antes de empezar el encuentro. No hubo dudas en momento alguno cuando se coreó su nombre. El apoyo a Leo fue unánime, cosa que no sucedió con el entrenador. Luis Enrique recibió una mezcla de aplausos y pitos, que acabaría por decantarse por los segundos en algún tramo del encuentro. 

El apoyo a Leo fue unánime, cosa que no sucedió con el entrenador.

Si en la grada Leo salió vencedor, en el césped ocurrió lo mismo. En un partido espeso de todo el equipo,  el crack argentino jugó pegado a la banda derecha, desde donde Messi trazaba constantemente diagonales hacia el centro. Además, la plantilla pareció querer escenificar su respaldo a la estrella, tratando siempre de entregarle el balón aunque a veces no fuera la mejor opción en ataque. Pudo abrir el marcador en el minuto 10 pero tras un gran eslálon con el que se deshizo de tres rivales, su disparo con pierna derecha salió muy flojo y centrado. Durante la primera mitad, y de hecho hasta que Neymar fue sustituido, Leo Messi se mostró muy combinativo con el brasileño, a quien buscaba en cada jugada. 

El Barça dominaba pero no llegaba el gol, hasta que en el minuto 34, tras una acción de combinación iniciada con una bonita media vuelta de Messi, el Barça trenzó una gran jugada que culminó Neymar. Luis Suárez puso en el segundo en el marcador en el 39 en una gran maniobra individual. Messi se mostraba feliz por el resultado del equipo pero quería marcar. Y lo lograría gracias a un penalti cometido sobre Neymar que Leo mandaría al fondo de las mallas para, posteriormente, lanzar un beso a la afición culé. 

Messi se mostraba feliz por el resultado del equipo pero quería marcar.

Leo quiere jugar todos y cada uno de los minutos aunque el partido o la eliminatoria esté sentenciado. Y por ello no bajó su intensidad en la segunda mitad. En este segundo tiempo buscó asistir más a todos sus compañeros y no solamente a Neymar, algo que aprovechó Jordi Alba en el minuto 55, en una asistencia mágica de Leo que acabó en el 4-0. Messi asistiría también a Neymar, que de un soberbio disparo desde fuera del área pondría el 5-0 final en el luminoso. El marcador no se movería pero el argentino trataría que así fuera con destelleantes jugadas individuales o un lanzamiento de falta que acertó a rechazar el meta del Elche. 

Messi disputó los 90 minutos, marcando y asistiendo, armándose de moral de cara al importante duelo del próximo domingo ante el Atlético y comprobando una vez más tanto sus compañeros como  la afición están de su lado.