El partido de ayer entre el Deportivo de la Coruña y el Barcelona no sólo sirvió para confirmar la sensación de un nuevo Barça en este inicio de tramo decisivo de temporada, sino que lo hicieron también individualidades como Ivan Rakitic. El centrocampista croata era una de los jugadores que más expectativas generaron con su fichaje, pero tan sólo había podido demostrar su calidad hasta la fecha en ocasiones puntuales. Si bien es cierto que su capacidad de sacrifico siempre ha estado ahí, se le echaban de menos esos pases en profundidad, esos pases definitivos que permitían a los delanteros plantarse ante el guardameta rival con toda la ventaja. Y ayer, todo este repertorio volvió a salir a la luz.

La mejora del equipo y sobre todo, la gran cantidad de espacios que genera el tridente formado por Messi, Neymar y Suárez ayudan en gran medida a los jugadores del centro del campo. En el fútbol, y más en el estilo del Barça, todo es coral y todas las piezas deben estar perfectamente sincronizadas. En este sentido, los espacios creados por el tridente no tendrían razón de ser, sin unos centrocampistas como Rakitic, capaces de completar pases precisos a largas distancias, tras las espaldas de la defensa. El primer gol culé del partido ante el Deportivo es un claro ejemplo de todo esto. Rakitic levanta la cabeza con tiempo para pensar y observa a Messi desmarcarse a la espalda de su marcador y el croata hace gala de su calidad, mandando un pase milimétrico a la cabeza del astro argentino, que bate al portero por arriba. El constante movimiento de los tres delanteros y la capacidad de Messi para conectar en segunda línea son complementos perfectos para explotar las virtudes del croata, y este domingo quedó muy claro.

Rakitic abraza a Messi tras su asistencia - www.fcbarcelona.cat

Además, Rakitic fue clave en los minutos iniciales del encuentro, tanto en la presión, como en la circulación rápida del balón. La capacidad de sacrificio del centrocampista es una de las ventajas que ofrece el croata respecto al veterano Xavi Hernández. El Barcelona mantiene porcentajes altos de posesión y buen trato del balón pero además suma músculo al centro del campo para recuperar la pelota de manera más veloz.

Rakitic está de vuelta y el Barcelona lo agradece.