El encuentro de este sábado no era un partido sencillo. Parecía que tenían la mente en otro lugar, pues el martes llega la tan ansiada Champions con el Manchester City como adversario, y como aquel que tiene un examen de matemáticas antes de una cita, cayeron en la trampa de la distracción y se dejaron atrapar por una tela de araña, incapaces de reaccionar ante el Málaga.

El Barça intentó ser arrollador para llevarse los tres puntos y dormir líder, pero un error en el minuto 6, debilitó a los azulgranas que no fueron capaces de remontar con un 0-1 en el marcador.

Con el césped recién regado por la lluvia que acarició la Ciudad Condal antes del partido, saltó un once marcado por las rotaciones – solo cuatro repitieron respecto al partido de Levante-, previsores del encuentro del próximo martes.

Desde los primeros minutos los azulgranas empujaron al Málaga contra su portería con Messi partiendo por la derecha, mientras los visitantes se cerraron en campo propio. Los de Luis Enrique gozaron de las primeras oportunidades, Alba colgó un balón dentro del área que Leo no pudo rematar. Tan solo un minuto después, Neymar le colocaba una diagonal a Messi que quedó demasiado larga. En el minuto 6, tras un córner servido por Neymar, Suárez remató de cabeza a las manos de Kameni.

Un error de cálculo

Sin embargo, controlado el partido y acechando la portería, en un error de cesión de Alves a Bravo, Juanmi aprovechó para avanzar al Málaga solo de cara a puerta. Los azulgranas no podían despistarse, debían remontar el resultado, algo que han hecho ya esta temporada en varias ocasiones. En el minuto 9, Rafinha casi tuvo el empate con un disparo de primeras con la diestra al segundo palo, pero Weligton la bloqueó dentro de la portería.

Foto: FC Barcelona

El Barça buscó el gol como un caballo desbocado, bajando la capacidad de creación ofensiva para dedicarse a lanzar pelotas arriba. Pesé a tener el control del balón y estar en el campo del Málaga, a los de Luis Enrique les costó tener desequilibrio, no conectaron, encallados, con una marcha menos, aunque el Málaga sufrió en su campo, allí estaban los culés continuamente. Pero el Barça fue incapaz ni de generar ocasiones de ventaja ni de encontrar espacios.

Casi en el meridiano de la primera parte, Messi centró al segundo palo y Piqué remató sin ángulo estrellando el balón al lateral de la red. Poco después, el argentino lanzó una falta directa que marchó fuera por poco, tras una falta de Darder sobre Suárez. En un contraataque lo probó el Málaga de las botas de Horta, esta vez de chilena, pero Bravo lo solventó sin problemas.

Messi se desespera

Harto de la situación y de la siesta del equipo – desordenado totalmente en defensa-, Messi decidió dejar el lado derecho, el que vio menos productivo, y se colocó por el centro. Es así como, al poco el ‘10’ centró para Iniesta que desde el punto de penalti remató a las manos de Kameni. Los azulgranas lo intentaban con centros laterales, Alves la colocó para Neymar, tras una jugada con Messi que remató el ‘11’ del Barça de cabeza fuera. Antes del descanso, lo volvió a intentar Neymar con un centro de Messi, pero no llegó por poco el brasileño.

Foto: FC Barcelona

Espesos y mermados, tras el accidente de Alves, se fueron al descanso con tres disparos entre los dos palos, dos fuera y 26 centros al área sin fruto alguno. Mientras que los de Javi Gracia plantearon un gran partido, bien plantados, cerrando los carriles, creando al contraataque llegadas, de las cuales cuatro acabaron entre los tres palos.

Sin reacción

A la vuelta, los de Luis Enrique necesitaban una respuesta táctica y orgullo en su juego. Buscando profundidad para ver el gol, el Barça salió con otra mentalidad asfixiando a los visitantes, con Messi por el centro se fue de tres cayó al suelo y desde el césped asistió a Neymar que perdió el balón para que segundos después, Alba colgara un balón en tierra de nadie. En el 56, Messi colocó un centro-chut desde la derecha un balón potentísimo, pero no llegó ni Iniesta ni Neymar.

Foto: FC Barcelona

Sin gol, los azulgranas se volvieron a desesperar y ni siquiera pudieron estar atentos a los rechaces. Luis Enrique decidió mover piezas y el primer sacrificado fue Rafinha por Rakitic. El hispanobrasileño - quién se pudo haber ido con un gol-, salió del campo aplaudido por el carácter que implanta en el terreno de juego. El siguiente cambio fue Pedro por Iniesta, el manchego no tuvo un gran día, una de las claves del partido sin duda son las imprecisiones de Iniesta en mediocampo y el canario entró para dar aire fresco.

Desquiciados

Si los nervios ya afloraban al principio ahora sin remates en 20 minutos, los culés ya estaban desquiciados. El ambiente se empezó a caldear en las gradas al ver como el árbitro tampoco ayudaba, en el 78 Suárez pudo tener el empate, pero Martínez Munuera evitó que el uruguayo pudiera buscar el tanto del empate en una ocasión clara de gol con un fuera de juego inexistente que hizo del Camp Nou una caldera. En el 83, llegó el primer disparo a puerta de la segunda mitad, Neymar centró para Pedro y el canario, pero la envió al lateral de la red.

Con cuatro minutos de añadido, tras las perdidas de tiempo del Málaga desde que metieron el gol, la última del partido la tuvo Luis Suárez con un disparo directo a la red, pero Kameni la detuvo.

Foto: FC Barcelona

Los de Luis Enrique se fueron derrotados y con poco acierto, sabedores que este partido les puede salir caro en la Liga, distanciándose del Real Madrid, pero también en el estado de ánimo de cara al encuentro del martes en Champions.