El brasileño es una pieza fundamental del equipo de Luis Enrique, que con el pasar de los meses se consolidó y hoy muestra un mejor rendimiento. De buena combinación con Messi, anotó diez goles desde enero y fue clave al momento de ganar partidos.

Pese a esto, el 11 de febrero pasado frente al Villarreal por Copa del Rey, algo inesperado ocurrió que, al parecer, lo afectaría futbolísticamente. Y efectivamente sucedió. A pesar de la ya victoria anticipada del Barça por 3 a 1, la conversión del penal que posteriormente falló aumentaría la ventaja en el resultado.

Cuatro días después, frente al Levante, logró anotar un tanto en un partido que derivó en una goleada culé. Sin embargo, en los dos siguientes y últimos encuentros, el delantero no mostró tu mejor nivel. Sin ausentarse en el ataque, no pudo marcar ningún gol.

Esto refleja un bajón anímico en el jugador. Por este motivo, el entrenador podría recurrir a una rotación en ese puesto. Hay que tener en cuenta sus números: de los 14 partidos que lleva el Barça hasta el momento, Neymar disputó 12 como titular, uno no lo jugó, otro lo empezó como suplente y sólo salió reemplazado en dos oportunidades. Esto se puede deber además a un posible desgaste físico.

Lo cierto es que el sábado frente al Granada, por la próxima jornada de Liga, está en duda su titularidad. Seguramente Luis Enrique analice una variante, ya que su resplandor en la cancha no brilló lo suficiente debido a distintos factores que alternaron su rendimiento.