El Barça de Luis Enrique ha conseguido aquello que pretendía el técnico asturiano al principio de temporada: tener variantes para ganar cualquier partido. Y es que en un campo donde jugar rápido y continuado era prácticamente imposible, el Barcelona utilizó su versión de juego más directo para hacerle daño al Granada.

Con Suárez de referencia, los azulgrana buscaron los balones largos para el delantero o para los hombres que entraban de segunda línea, como Xavi y Rakitic. Los desmarques de ruptura de los interiores fueron clave para crear problemas a la defensa nazarí.

Al ritmo de Rakitic

El croata se sintió como pez en el agua en un partido más físico de lo habitual. Sumó a su delicada técnica un derroche físico importante para ser determinante tanto en ataque como en defensa. El equipo siempre lo encontró en el sitio adecuado y encima condimentó su actuación con el gol que abría el partido tras un remate rechazado de Suárez por la defensa local.

En el otro lado, Xavi se encontró menos cómodo ya que el partido no se desarrollaba como más le convenía al centrocampista de Terrassa. Buscó los desmarques en ruptura como Rakitic tal y como le favorecía al equipo pero sin fortuna. 

Los movimientos de Suárez

Luis Suárez volvió a marcar y cerró una semana mágica para él. Pero a parte de goles, Suárez aporta muchísimo juego sin balón que es clave para entender el juego del Barça actual, mucho más vertical que cuando el charrúa no estaba en los onces.

El delantero ex del Liverpool es un auténtico corcón para los centrales. Alterna los desmarques de apoyo con los desmarques en ruptura para ser imprevisible y el olfato de gol que tiene le permite estar siempre preparado para el remate en cualquier momento. 

Otra de las situaciones nuevas que se producen gracias al delantero uruguayo es la posibilidad de salir en largo gracias a su juego de espaldas. Suárez es capaz de recibir, aguantar el balón y darselo a un compañero que venga de cara para poder superar las líneas de presión que imposibilitaban la salida de balón en corto. 

Las rotaciones no afectan a la solidez

El equipo cada día es más sólido y volvió a dar muestras de ello en Granada. Atrás quedan partidos como el de Almería, con la sensación de no saber a qué jugaban. El convencimiento ahora es máximo, sea cuál sea el planteamiento y e partido, lo que convierte al Barcelona en un equipo mucho más peligroso.

Jugadores como Rafinha, Bartra o Adriano siguen sumando con buenas actuaciones y serán clave para poder llegar al tramo final de la temporada con los jugadores frescos y con opciones a todos los títulos.