Pese a que las temporadas son largas y permiten a los equipos altibajos, el Barcelona se juega el futuro en las tres competiciones en las próximas tres semanas. En dos, con eliminatoria a cara o cruz y en la otra que resta, la Liga, el Barcelona ya tiene en el horizonte un partido que marcará seguro el devenir de la competición, el Clásico en el Camp Nou.

El reto inmediato, la Copa del Rey

El primero de los partidos decisivos del Barcelona es el que le enfrentará ante el Villarreal en El Madrigal el próximo miércoles 4 de marzo. El conjunto amarillo llega de empatar en el Bernabéu y con los ánimos muy altos tras la gran actuación que cuajó el equipo, que salió al césped madridista con jugadores menos habituales y dando una imágen muy buena duranto todo el partido.

El equipo de Marcelino García Toral sabe a lo que juega y sabe hasta dónde puede llegar. Conoce a la perfección sus virtudes y las explota al máximo. Pese a la baja de su referente y capitán, Bruno Soriano, el equipo sigue al mismo nivel gracias al paso adelante que han dado hombres como Manu Trigueros o Marcos, del filial. También están en buena forma Campbell, el nuevo fichaje en el mes de enero, y Gerard Moreno, que marcó en el Bernabéu.

​Y por si fuera poco, un recién llegado de esta temporada está maravillando a propios y extraños en la Liga. Vietto cada día se encuentra mejor y le ha quitado el puesto de titular a todo un Gio Dos Santos que había sido el máximo referente del equipo en la temporada anterior.

Pasar tras el 3-1 de la ida

Un gol de Manu Trigueros da vida al Villarreal. El partido en el Camp Nou tuvo un resultado que podía dejar satisfechos a ambos lados: unos tenían dos goles de ventaja y otros habían marcado en campo rival.

El Barcelona, con goles de Messi, Iniesta y Piqué, dejaba la eliminatoria inclinada hacia el lado azulgrana, pero con la posibilidad de que el Villarreal pueda revivir en casa. Por ello, la vuelta de las semifinales toma tintes de final para el equipo de Luis Enrique, ya que un buen partido permitiría a los catalanes poder optar a un título, con seguridad, al final de la temporada.

Una semana después, contra el City

La Champions, para la que muchos es el plato fuerte de la temporada, volverá para evaluar si el equipo de la capital catalana merece o no estar en cuartos de final. Un City enrabietado por el espectáculo que dio el conjunto blaugrana en Manchester buscará remontar el cruce en campo rival.

La Champions es una competición especial y el Barcelona quiere volver a ganarla

El resultado, favorable al Barça, es una variable a tener muy en cuenta. A diferencia del de Copa, el 1-2 en el City of Manchester, pese a parecer corto, le permite al equipo de Luis Enrique tener la tranquilidad y el márgen de un gol. Con el valor doble de los goles en campo contrario, el Manchester debería meter dos para poder eliminar al Barcelona, contando que los locales no vieran puerta en 90 minutos.

Pese a que el resultado podría haber sido de 1-3 con el penalty errado en el minuto 93, dos goles fuera de casa y tan sólo uno encajado es un buen bagaje para poder afrontar el partido de vuelta con garantías. Sabedores que es la competición que más ilusiona a la afición, los jugadores buscarán pasar de ronda junto a la ayuda de su gente y poder encarar el cruce de cuartos, quedándose a tan sólo cuatro partidos de una final europea.

Y por si fuera poco, el Clásico a la vista

Por último, pocos días después de recibir a todo un Manchester City, el Barcelona intentará que la resaca europea sea de lo más llevadera posible. El Real Madrid, llega más descansado ya que disputará su partido la semana antes, visitará el Camp Nou con la intención de dar un golpe encima de la mesa y poder llevarse más ventaja del feudo azulgrana.

Con su último pinchazo en casa ante el Villarreal, la diferencia se ha quedado en tan sólo dos puntos para los madridistas. Una diferencia que, en caso de vicoria local, cambiaría la tendencia que lleva la Liga BBVA en las últimas jornadas, en la que el Madrid lidera la competición.

Aunque el choque no será tan decisivo como los dos anteriores, el partido es muy importante. Por un lado, los puntos serán vitales y la victoria dará ventaja a quien la consiga. Una diferencia de cinco puntos del Madrid, a parte de la ventaja matemática evidente, daría un empuje moral importante a la plantilla blanca mientras que le inyectaría dudas a la de Luis Enrique. En caso contrario, el Barcelona se vería líder y el mazazo sería para los blancos. Un empate lo dejaría todo como está, en un pañuelo.

La diferencia de goles puede ser clave al término de la temporada

Pero hay otro aspecto importante: el goal average. Una diferencia de puntos tan pequeña puede producir empates al final de la competición. Esos empates se deshacen con el goal average particular y entonces ese aspecto coge una importancia muy alta. El 3-1 en el Bernabéu puede ser decisivo si el Barcelona no logra girarlo, ya que a empate de puntos, el Barcelona saldría perdiendo.

Y nunca sin olvidarse de dos partidos que parece que se dan como ganados pero que hay que disputar: el Barcelona - Rayo Vallecano y el Eibar - Barcelona. De nada le serviría al Barcelona pinchar en estos duelos y vencer al Madrid, ya que no podrían quitarle el liderato en el Camp Nou y no dependerían de si mismos para ser campeones.

La preparación psicológica es clave

Para poder afrontar tantos partidos importantes tan seguidos, es imprescindible una preparación psicológica. Superar el primer obstáculo no asegura superar el segundo y perder la primera de las eliminatorias no deja en peor posición para afrontar la siguiente.

Todo el trabajo de la temporada es llevado a exámen en este corto periodo. Puede ser injusto, pero el destino ha escogido estas tres semanas para que el Barcelona se juegue el futuro en las tres competiciones.

El premio de avanzar en las tres competiciones es muy satisfactorio, pero exige un gran desgaste, tanto físico como mental. Sólo los mejores equipos son capaces de gestionarlo y de rendir cada cuatro días en el campo que sea necesario. Ese es el reto del Barça.