Todo se produjo en El Madrigal. Esta tarde el Barça logró otra victoria tras derrotar al Villarreal por 3 a 1 y, de esta manera, avanzó a la final de la Copa del Rey.

Como de costumbre, la figura del encuentro casi siempre es alguno de los integrantes que forman el tridente sudamericano. Y esta vez le tocó a Neymar, quien con dos tantos liquidó la serie y cortó con la sequía de gol. El restante lo marcó Luis Suárez.

Hace tres partidos que el brasileño no convertía. La última vez que lo había hecho fue el pasado 15 de febrero frente al Levante. A partir de ese entonces, el jugador decayó futbolísticamente y no rindió como lo venía haciendo.

Debut en la red de El Madrigal

A pesar de ya haberle marcado tres goles al Villarreal anteriormente, todos habían sido en el Camp Nou. Esta tarde, tuvo la oportunidad de estrenar dos goles en el estadio del Submarino y, además, aportarle al equipo el pase a la final del certámen.

De esta manera, el delantero acumuló un total de seis goles en esta Copa del Rey, y cinco al Villarreal, ya una de sus víctimas preferidas.

Siempre activo en el ataque

Pese a que el Barça que se vio esta tarde no fue muy ofensivo, Neymar siempre colaboró en mitad de cancha hacia adelante. Se mantuvo en su sector y mostró desequilibrio, como lo hace habitualmente.

A los tres minutos de juego, tras un pase preciso de Messi, el delantero tuvo la chance de convertir. A partir de ese momento, el conjunto culé no tuvo demasiadas presencias en el ataque. Sin embargo, el tridente nunca se rindió.

Dos fueron las ocasiones que tuvo el nacido en Brasil para estirar la ventaja en el marcador, y ambas con opción de pase. Pero él prefirió hacer la invididual y arriesgarse, pero falló.

La tercera fue la vencida. Ya con un Barça en ventaja numérica de jugadores y con un resultado a favor (2-1), un centro de Xavi a la cabeza de Neymar sentenció el encuentro.

Así, una vez más, el Barça consiguió el pase a la final de la Copa. Y el brasileño demostró volver a la normalidad. Sin dudas, este certámen es el suyo: La Copa del Ney.