Como siempre ocurre cuando se disputa, éste será el Clásico más importante y trascendente. Sin embargo, la realidad es que más allá de tres puntos, importantes como todos cuando la clasificación sigue tan colapsada a estas alturas de campaña, el del Camp Nou es un partido más de los 38 que se disputan. Ganar el Clásico no servirá si después se pincha en un partido más sencillo. Aun así, es lógico que ofrecer una buena imagen -y sacar un resultado positivo, aunque esto sea más secundario-, reforzará el momento dulce del Barcelona (y de Messi), al igual que podría ser un punto de inflexión en la preocupante segunda vuelta merengue.

Sin sorpresas

Carlo Ancelotti y Luis Enrique no esconden sus cartas. El italiano dijo hace días que no habría sorpresas en su once y el asturiano, solo preocupado por el estado de forma de Busquets, acaba de confirmar que el once que funciona es el que utilizó en Champions ante el Manchester City. Así que Casillas jugará, al igual que la tan comentada "BBC" (Bale, Benzema y Cristiano) en ataque, volviendo a dibujar un 4-3-3 que, siempre, en fase defensiva, se convierte en un 4-4-2 (aunque uno de los centrocampistas no parezca estar tan entusiasmado con la idea de defender). Por parte culé, salvo que Busquets se infiltre para evitar dolor en su tobillo lastimado y sea titular lo que retrasaría a Mascherano a la defensa, la alineación será calcada a la que venció entre semana, con Mathieu volviendo a ser el central izquierdo. Los esfuerzos acumulados podrían ser negativos para las piernas culés en la segnuda parte, donde Rafinha, Pedro y Busquets o Xavi tendrán protagonismo. Al igual que el Madrid tendrá el punto negativo de haber estado una semana sin competir, algo negativo para equipos acostumbrados a la dinámica de jugar cada tres o cuatro días.

FC Barcelona - Real Madrid - Football tactics and formations

Dominio compartido

Es indudable pensar que tanto culés como merengues buscarán el dominio del esférico, así como el del espacio. Los dos equipos, a buen nivel, son capaces de aglutinar posesión, capitalizar el juego y hacer retroceder rivales. Por las dinámicas de ambos, parecería que son los catalanes quienes parten con ventaja, pero no es menos cierto que Modric, Kroos e Isco volverán a coincidir en un césped tras varios meses sin el croata por lesión. Con este trío de peloteros, el Madrid gana en el apartado técnico, pero pierde en labores defensivas, sobre todo porque hay una gran diferencia en todos los aspectos posibles entre Mascherano y Kroos. Es impensable que ninguno busque esperar atrás, pero también hay que conocer que ambos disfrutan más al galope que al trote. Incluso, más el Barcelona que el Madrid.

Posibles claves

Existe la idea generalizada de que Toni Kroos es un excelente mediocentro con el balón en los pies, pero que resta a la hora de defender. Es cierto que con Modric estará mejor acompañado y se verán menos sus defectos, pero no dejará de tener dificultades para cubrir su espalda, zona por la que se mueve el mejor jugador del mundo en este momento. Lionel Messi, más aglutinador que nunca del esférico, podría darse un festín salvo que Pepe y/o Ramos le pongan una especial atención o que Marcelo sea su sombra. En principio, la opción de los centrales sería más problemática que el marcaje individual de Marcelo. Si salieran de zona Pepe o Ramos, la presencia de un delantero móvil como Suárez y de Rakitic que suele mutar su posición con Messi, dejaría unos espacios provechosos para los delanteros culés. En cambio, si Marcelo siguiese hasta el vestuario al argentino, y teniendo en cuenta que Alves, últimamente, no es tan extremo como antaño y que tendrá que vigilar a Isco y Ronaldo, el impacto en la muralla blanca sería menor.

La diferencia de forma de los tridentes se nota en ataque pero también en defensa

También sería preocupante el desigual trabajo de los tridentes respecto al resto del equipo. Es conocido por todos el buen estado de forma de la tripleta blaugrana. Neymar en menor medida, Luis Suárez y, especialmente, Messi están a más nivel productivo que un Benzema que ha vuelto a su versión más indolente, un Cristiano algo limitado en cuanto a movimientos explosivos (aunque le vale para seguir haciendo goles) y un Bale más criticado que nunca. Sin embargo, habría que hacer más hincapié en la labor que ellos tienen para con la defensa. Con la dinámica positiva, la MSN culé es menos reacia a colaborar y presionar arriba que la BBC blanca. Además, Ancelotti prefiere que formen con dos líneas de cuatro cuando no son los poseedores, pero a Bale, en la banda derecha y quien deberá cubrir a Jordi Alba, le molesta ser el elegido del tridente para esa ocupación. Por suerte para los madridistas es Carvajal, en gran estado de forma, la pareja del galés en el flanco diestro por donde el Barcelona finaliza la mayor parte de las jugadas que crea Messi. Aquellas en las que Messi centra la atención en el sector derecho del ataque, para lanzar un balón combado al pico derecho del área rival. Solo el Málaga, con una inteligente defensa escalonada ante esas jugadas fue capaz de frenarla.