Rakitic se ha ganado a pulso ser un titular fijo en los partidos importantes en el once de Luis Enrique. El croata ha trabajado como el que más para adaptarse al nuevo rol que tiene en Barcelona y parece que ha llegado su momento. 

En el Barcelona - Madrid se vieron todas sus facetas, sobre todo en el apartado defensivo. Fue uno de los más exigidos tanto a nivel táctico como a nivel individual en sus duelos frente a Marcelo, Isco o Ronaldo. 

El guardaespaldas de Messi

Una de las mayores diferencies de éste Barça es la posición de Messi. De delantero centro, el argentino estaba menos exigido en defensa, ya que se limitaba a no dejar jugar demasiado cómodos a los centrales y poco más. 

Con su caída a banda, Messi entra en el juego de las superioridades/inferioridades que tanto rédito da en el fútbol actual. La subida del lateral contrario obliga al extremo a bajar con él, desgastándolo en defensa y dejándolo en una posición mucho más retrasada y menos peligrosa para salir al contragolpe.

Pero para liberar a Messi y que él sea la amenaza al contragolpe, Rakitic hace su función. En cuanto la pelota se encuentra en el lado derecho de la defensa del Barça, Rakitic busca igualar en número al 2x1 que crea el rival en banda con lateral y extremo contra el lateral azulgrana.

En el Clásico, Marcelo fue una auténtica pesadilla por la banda izquierda. Subió cómo quiso y exigió mucho a Rakitic. Cuando la circulación de balón era rápida, el croata llegaba tarde a su duelo contra Marcelo y el brasileño lo superaba con facilidad. No sólo tenía que estar pendiente a Marcelo si no también de cerrar cuando la pelota se encontraba a la banda contraria. 

Tras recuperación, no perder el balón y ser vertical

Por si fuera poco, en cuanto la pelota volvía a ser del Barcelona, Rakitic debía mantener esa posesión y, en la medida de lo posible, aprovechar el tres contra tres que tenían Neymar, Suárez y Messi contra Pepe, Ramos y Carvajal o Marcelo, dependiendo del lateral que se encontraba en la zona ofensiva. 

El centrocampista ex del Sevilla se sintió más cómodo en cuanto el Barcelona tenía la posesión, sobre todo en la segunda mitad, cuando Marcelo no entraba tanto en juego y no llegaba tarde a las ayudas, pero en cambio el desgaste físico lo acusaba, al haber estado tan exigido en el tramo final de la primera mitad.

La responsabilidad y solidaridad personificada

Sin perder la delicadeza técnica, la visión de juego, la derecha de seda que tiene, Rakitic es un jugador responsable con sus tareas defensivas y en este aspecto está marcando la diferencia.

El equipo necesita un equilibrio defensivo y una solidaridad entre los jugadores que es clave para poder jugar a lo que quiere Luis Enrique. La locura más absoluta en lo que se convierte en ciertas fases el partido se "domina" con solidaridad atrás, con jugadores que puedan robar y correr y con mucha actitud. Y Rakitic aúna todos los ingredientes para ser el centrocampista de referencia de los culés con el modelo de juego actual.