A la modernísima Torre Cajasol y a la histórica Giralda les ha salido un nuevo competidor de altura. Bajo la creación del arquitecto vasco Unai Emery, la ciudad hispalense tiene una nueva altura reconocible en el horizonte. La "torre" Iborra, presentada hace un par de meses en Madrid cuando se visitó el Santiago Bernabéu, ha llevado a una nueva dimesión al grupo de trabajo de Emery. Puede parecer una comparación excesiva, puesto que Vicente Iborra "sólo" mide un metro y 90 centímetros, pero no por ello deja de ser menos torre que los mencionados edificios sevillanos.

Cuando Emery, forzado por varias lesiones y su desconfianza reciente en Denis Suárez, hizo pública la alineación que iba a presentar el Sevilla en el Bernabéu (4 de febrero), el aficionado pensó que el trivote defensivo formado por Mbia, Krychowiak e Iborra era el plan del vasco para defender el resultado. Sin embargo, desde el inicio del partido, se vio que serviría para atacar. El ex-jugador del Levante de 31 años, cuando el Sevilla recuperaba, se colocaba en la zona del mediapunta. Cualquier sevillista sólo tenía que levantar la cabeza, encontrar la torre y envíarle un balón por alto. Iborra ya se encargaría de bajarlo, jugarlo de cara o prolongar para los delanteros. El experimento funcionó y el invento se instaló.

El Sevilla, eso sí, no es solo un jugador de altura. Es un bloque compacto que repliega en 4-4-2, orientado en la misma dirección. Además, posee también otras individualides en un gran estado de forma. Nico Pareja se ha convertido en un líder sólido en defensa sin importar sus acompañantes, Banega (mediocentro con balón, mediapunta sin él, intercambiándose con Iborra) ha sumado regularidad a su calidad antes a cuentagotas, Vitolo y Vidal trabajan en defensa y son punzantes en ataque, Bacca sigue haciendo goles con asiduidad (17 lleva en esta Liga), y suplentes como Reyes, Mbia o Gameiro aportan siempre que entran. Hasta la titularidad de un inexperto y prometedor Sergio Rico (21 años) apenas se ha notado. El cambio a la verticalidad y al trabajo compacto ha dejado a contrapié a los blaugranas Deulofeu y Denis Suárez que deberán readaptarse a las nuevas exigencias.

Sevilla FC - FC Barcelona - Football tactics and formations

Luis Enrique tiene ante sí un choque de altura, valga la redundancia. Ganar en el Sánchez Pizjuán se está convirtiendo en una misión imposible. El Sevilla apenas se ha dejado cuatro empates y sólo ha encajado siete goles. Son 33 partidos los que el cuadro andaluz lleva invicto en casa entre Liga, Copa y Europa League desde que, justamente, el Barcelona ganase el curso pasado. Por suerte para el asturiano, el asturiano podrá contar con su mejor once puesto que Jordi Alba ya se ha recuperado de su leve lesión muscular.

El Barcelona y su staff técnico, eso sí, sabe que los próximos cinco partidos, a jugarse en quince días, son del máximo nivel. Sevilla, Valencia y Espanyol en Liga, con el doble enfrenamiento contra el Paris Saint-Germain entre medias exigirán un esfuerzo colosal en todas las líneas. Ya sea en Sevilla o en siguientes plazas, los Rafinha, Xavi, Pedro o Mascherano se harán inevitables para mantener la cúspide física. Paso a paso, de todas maneras, pensará el de Gijón. Lo primero será contrarrestar el juego que mezcla atletismo y baloncesto del Sevilla. Ya habrá tiempo para pensar en franceses con hechuras de grandeza.