Otra vez se ven las caras PSG y Barcelona en la Champions League. El año pasado, en los octavos de final, el Barcelona pudo eliminar a los franceses por el valor doble de los goles fuera de casa. Un 2-2 en el Parque de los Príncipes les puso en ventaja y, pese a que el PSG se adelantó en el Camp Nou, el 1-1 final clasificó a los culés. 

Pero en la actual Champions League el panorama es distinto: en el Parque de los Príncipes, el Barcelona cayó por 3-2 en un mal partido azulgrana en el que el PSG fue claro dominador. Por ello, es clave no volver a cometer los mismos errores y poder llevarse otro resultado distinto al de la fase de grupos. 

Las bajas condicionan la ida

El PSG es el equipo que más afectado está por las bajas. Laurent Blanc no podrá contar con David Luiz, Ibrahimovic y Verratti, los dos últimos por sanción. El que parecía baja pero se ha ejercitado con el grupo a un día para el partido es Thiago Motta y sus sensaciones marcarán su disponibilidad. 

En la ida no se verá a Ibrahimovic, Verratti, David Luiz ni Alves. Motta es duda

El único que, por ahora, se perderá tanto la ida como la vuelta es David Luiz, uno de los fijos del cuadro parisino, por una lesión muscular que le mantendrá de baja unas semanas más.

El Barcelona, por su parte, no podrá contar con uno de los titulares más fijos como es Dani Alves. El lateral, que cumple un partido de sanción y se recupera en Barcelona de unas molestias en el tobillo, es la única baja de Luis Enrique. 

La solidez, el principal aval francés

El PSG demostró en Stamford Bridge el carácter ganador y la solidez como equipo que tiene. Ha llegado el momento de su consagración europea y el equipo tiene esa madurez competitiva que le faltaba temporadas atrás. 

Con un sistema táctico trabajado, una idea de juego muy clara y unos jugadores que marcan diferencias, el equipo dirigido por Blanc es uno de los grandes europeos.

El preparador francés sabe que el centro del campo es su arma para poder desarbolar el juego culé, someter al equipo de Luis Enrique y poder aprovechar las pocas ayudas defensivas de los de arriba para atacar con superioridad. Sin Verratti puede ser más complicado, pero el trivote que formará en el centro intentará marcar la pauta del partido.

Dos equipos con estilos muy parecidos

Ni Barcelona ni PSG rehuyen la posesión ni los contragolpes. Tienen jugadores de calidad arriba que van bien tanto combinando como al espacio y deberán vigilarse mutuamente porque cualquier error puede significar un gol. 

Las posesiones largas pueden desgastar a las defensas y a los jugadores con más corte ofensivo que están obligados a defender. Moura y Neymar, más dotados con el balón que corriendo sin él, acaban por desconectar cuando el rival tiene mucho balón y ese factor puede ser importante. 

PSG y Barcelona son similares: pueden tener el balón o correr

Y a la hora de correr, tanto los Cavani, Lavezzy y Moura como los Suárez, Neymar y Messi son muy peligrosos y las defensas deberán estar muy atentas y no desatender las vigilancias para no sufrir al contragolpe.

La estrategia, casi primera opción

En Stamford Bridge el PSG pasó de ronda con dos tantos en jugada de estrategia y frente al Barcelona en París también marcó de esa manera. Es uno de los equipos más peligrosos a balón parado, aunque sin David Luiz el cuadro francés pierde uno de sus hombres más peligrosos.

Pero el Barcelona no se queda atrás y también amenaza en las jugadas a balón parado. Unzué está trabajando mucho ese aspecto, el equipo se cree peligroso en este tipo de acciones y los resultados se están dando. 

A tener en cuenta: Pastore

Puede ser el factor diferencial que busque Blanc en la ida. Con la baja de Verratti y la duda de Motta, el argentino puede entrar en el once en el trivote del centro del campo, dejando por detrás a Matuidi y Rabiot. 

Pastore, que está en un gran estado de forma, aporta esa creatividad y desequilibrio que puede definir partidos y, en un partido de ida y vuelta, 'el Flaco' campa a sus anchas.

A tener en cuenta: Messi

Pese a llevar partidos en los que su rendimiento no es tan constante como le gustaría, Leo Messi siempre es importante. Encarando a Maxwell puede hacerle daño, pero sus conducciones hacia dentro y sus apariciones entre líneas por sorpresa es lo que más beneficia al equipo.

Sin Alves, será el encargado de aportar la amplitud, por lo que deberá seleccionar muy buen cuando aparecer y cuando esperar a recibir abierto.