Vendaval futbolístico en el Camp Nou. El Barça arroyó al Getafe con un 6-0 digno de cualquier galería de arte, por la belleza de todos y cada uno de sus goles. El conjunto de Luis Enrique está decidido a ganar todo lo que queda para llevarse el título. No da tregua ni al rival ni a su perseguidor y parece haber asimilado que la mejor manera de hacerlo es a través del balón.

Los azulgranas llevan dos partidos- Español y Getafe, rondando el 80% de posesión y Messi deambula más por la zona de la mediapunta que en la banda derecha.

El Barça rondó el 80% de posesión contra Espanyol y Getafe

Fue el argentino el encargado de abrir la lata con un gol de bellísima factura. Espantó los fantasmas que se posan sobre su cabeza cuando patea desde los 11 metros con una Panenka fantástica. Messi engañó a Guaita y el balón entró suave por el centro.

Fue en el minuto 8 de partido y la muralla getafense se vino abajo. La estrategia de los de Pablo Franco se vino abajo a las primeras de cambio y el golpe anímico, acumulado a las bajas por sanción y lesión, fue determinante.

Xavi, titular en su partido 501, aceleró el juego azulgrana y se asoció a la perfección con Messi. Cuando los “jugones” están a tono y sobre el tapete, Messi se acerca a ellos. De ahí sus 19 asistencias en liga,  igualando su propia marca personal y el record absoluto de la competición. Por su parte, Adriano fue el jugador que más pases completó. 4 veces entregó el lateral el balón correctamente. El Barça cargó el peso ofensivo por su lado. 

Messi ha tomado las riendas del equipo incrustándose en el centro del campo

5 minutos de histeria colectiva pusieron el 4-0 en el marcador. Suárez anotó de volea a pase de Messi. Un minuto más tarde, Neymar se quedó solo ante Guaita y le superó con una “pisadita canarinha”.  Era el gol 100 de la MSN, igualando el récord del club que tenían en su haber Messi, Henry y Eto’o.

Xavi redondeó la primera parte con el 4-0, un disparo a la escuadra larga de Guaita. La puntilla la pusó Suárez, que se disfrazó del Suárez del Liverpool para poner la manita.

La segunda parte fue de calma, control y reserva. Luis Enrique reservó a Busquets al descanso y dio entrada a Sergi Roberto- nunca juega mal-. Más tarde dio entrada a Pedro por Xavi, en un gesto de deferencia ante la tripleta ofensiva. Y acabó con un cambio de cromos en el lateral derecho, Alves por Montoya.

Dentro de la calma, Messi apareció para finiquitar la goleada con un gol similar al de Xavi en el 4-0, pero desde el costado izquierdo.

Con el cambio de Pedro por Xavi, Luis Enrique cambió el sistema. Del habitual 4-3-3 cambió a un 4-2-3-1, con Rafinha y Roberto en el doble pivote, una línea de tres por delante con Pedro, Neymar y Messi en el centro por detrás de Luis Suárez. El asturiano invirtió la forma del centro del campo y cubrió la retaguardia con dos hombres, entregando a Messi el total de la creación. Un matiz interesante de cara al Bayern.