El Barça tiene un pie y medio en Berlín. Los azulgranas sometieron al Bayern en su terreno histórico. El Barça más alemán que se recuerda hizo una exhibición de fuerza, potencia y funcionalidad al Bayern menos alemán de la historia. Si acaba viajando a Berlín, podrá sentirse como en casa.

Los de Luis Enrique superaron a los bávaros por 3-0 con unos últimos 15 minutos apoteósicos después de un partido con distintas capas. La primera parte fue un incordio para el conjunto de Guardiola. Messi y Luis Suárez atosigaron a un Bayern endeble acompañados de un espléndido Rakitic y un Alves que golpea con fuerza las puertas de su renovación.

Guardiola formó con defensa de tres y con Xabi Alonso y Lahm en el doble pivote. No consiguió parar las acometidas de la trituradora azulgrana. El Barça pudo dejar el partido solventado en la primera mitad, de no ser por un espléndido Neuer que jugó su papel de “mejor portero del mundo” a la perfección.

El técnico del Bayern cambió el dibujo y frenó el dominio azulgrana. El Bayern logró frenar a un Barça que dibujó un partido parabólico: empezó arriba del todo, bajó el ritmo para acabar de nuevo en todo lo alto.

La segunda parte fue de control teutón. Un control inofensivo ya que el Bayern no logró chutar entre los tres palos. El único peligro que vivió Ter Stegen fue un chute envenenado de Thiago, pero lo atajó sin problemas.

El Bayern llegó al minuto 32 de la segunda sintiéndose cómodo sobre el campo. La relajación, o la sensación de haber campeado el temporal se giraron en contra del Bayern cuando apareció el imparable.

“A Messi no se le puede parar”, aseguraba Guardiola en la rueda de prensa previa. Y no pudo. La pulga aprovechó un balón en la frontal para transformar el 1-0. El Bayern se encontraba en el ojo del huracán y el vendaval azulgrana se lo llevó por delante. Cuatro minutos necesitó Messi para solventar la eliminatoria.

El segundo gol fue de gran factura. Solo a la altura de los mejores. Dejó sentado a Boateng, que cayó a plomo, de espaldas, como un tronco recién talado. Con la menos extraordinaria, la derecha, picó el balón por encima de un hombre de 1,95 metros de altura. Cuando acabe su carrera, Messi debería estar al lado de los más grandes artistas de la historia. Messi, Cézzane y Baudelaire.

La eliminatoria quedó vista para sentencia con el gol de Neymar en el descuento, que desató el júbilo de una afición que ya vislumbra Berlín. El Barça se siente cómodo jugando a lo alemán y el Bayern no se siente cómodo jugando a lo catalán. Eso, y que mientras el Barça cuente con Messi, no hace falta sufrir por nada.