Sol radiante en el Camp Nou y una Real Sociedad con nada que perder. En el retrovisor, la cadera de Boateng y una noche europea brillante para poner pie y medio en Berlín. Los de David Moyes fueron probablemente el conjunto que marcó el antes y después del camino de Luis Enrique y sus pupilos en lo que va de temporada, en aquel partido negado en Anoeta con derrota por 1-0. De dudas, debates y poca confianza, a estar vivos para revivir un histórico triplete. 

El técnico asturiano apostó por su columna vertebral, un "quinteto" intocable, pese a generar rotaciones en el resto del once. Los habituales Piqué, Alves, Neymar, Suárez y Messi  confirmaron ser apuesta segura en Can Barça. Delante, el club de San Sebastián presentaba un claro 4-4-2 organizado y al acecho del error técnico culé para ocasionar peligro en la meta de Claudio Bravo. 

Rulli recordó el partido de ida en Anoeta con intervenciones de mérito

Los avisos a Rulli no se hicieron esperar. El meta, que se convirtió en una pesadilla en el pasado, negó el gol ante grandes cabezazos de Messi y Suárez antes de llegar al minuto 10, con un Alves atinado en los centros laterales. Con el paso del tiempo como mejor noticia para los visitantes, el desencierto en los últimos metros y la escasa sensación de movimientos por delante del balón, la primera parte finalizaba con un rácano 0-0 en el luminoso. 

El segundo tiempo ha traído los goles y la alegría mientras que el sol del Camp Nou iba cayendo por sí mismo. Neymar al inciar tras un buen balón al área de Messi golpeaba de cabeza a placer para batir al hasta entonces "muro" Rulli. Los de Moyes abrieron sus líneas y concedieron metros para las oleadas azulgranas, tan típicas como peligrosas. 

Pedro, con una chilena, llamó a la puerta de Luis Enrique

La Real mantuvo un bloque sólido a pesar del resultado adverso pero los errores del Barça no llegaron como sí pasó en la ida. El dominio culé con balón fue abrumador, y pese a no llegar con claridad a la portería de Rulli, dieron seguridad tras pérdida y negaron el último pase a los donostiarras. Las entradas de Pedro y Busquets dieron dinamismo y calidad en la pase para circular mucho más rápido el esférico, pero tampoco se conseguía dañar en 3/4 de campo. 

No fue hasta el final con una maravilla de Pedro que los locales consiguieron cerrar el encuentro. El canario, que no está pasando por su mejor momento deportivo y se está viendo ensombrecido por el tridente ofensivo, anotó un gol de chilena con una belleza antológica. Messi pudo hacer suyo el tercero de la tarde. Con esta victoria, tan solo dos escollos restantes para hacerse con el título liguero: el poderoso Calderón y la visita del Deportivo de la Coruña. Un paso más para conseguir el trofeo que más regularidad requiere.