El partido no iba a ser sencillo para el Barcelona, pese a tener un resultado espectacular de la ida. El Bayern quería buscar el milagro y remontarle al conjunto de Luis Enrique, asfixiándolo en la salida y siendo vertical en la zona ofensiva.

El Barcelona empezó el partido bien, con una ocasión de Rakitic que sacó Neuer, pero rápidamente contestó el Bayern con el mejor antídoto: el gol de Benatia. Era el minuto siete y el equipo de Guardiola hacía una parte del trabajo por la vía rápida.

Messi volvió a decidir

Pero Guardiola insistió que la única manera de obrar el milagro era mediante una defensa fuerte. Pero el Bayern no fue capaz de controlar a Messi en el minuto 19, cuando le envió un balón genial a Suárez que, a su vez, le regaló el tanto a Neymar. El golpe era mortal, pero la puntilla la volvió a dar el brasileño antes de la media hora para sentenciar del todo la eliminatoria.

El Bayern de Múnich apretó la salida de balón azulgrana, dejando sin espacio al triángulo Busquets - Iniesta - Rakitic. Ter Stegen tuvo más problemas de los habituales para sacar el balón, pero la presión alta sería un arma de doble filo para los bávaros.

Foto: fcbarcelona.cat

Los balones largos dejaban con un tres contra tres a los delanteros del Barcelona. Una prolongación con la cabeza de Messi inició el segundo gol de Neymar.

Peligro y ocasiones para los locales

Aún así, el resultado era injusto por lo visto en el campo. El Barcelona era superior en las áreas mientras que el Bayern lo era en el centro del campo. Ter Stegen mostraba su repertorio de paradas mientras que Neuer estaba más tranquilo, pese a los dos goles encajados.

Los de Guardiola atacaron y atacaron, pero los dos goles acabaron de sentenciar la eliminatoria

Thiago desequilibraba por dentro, Lahm aportaba la conducción vertical y Schwensteiger la finalización desde fuera. Un omnipresente Müller participaba en todas las acciones y Lewandowsky buscaba su gol ante el ex meta del Gladbach. De no haber sido por el 3-0 de la ida, el Bayern de Múnich podría haber optado a la final de Berlín. Esos pequeños detalles que marcan la diferencia en los partidos de máximo nivel.

Segunda mitad para olvidar

Desidia absoluta del Barcelona y maquillaje por parte del Bayern fueron los dominantes de la segunda parte en la que todo estaba decidido pero el honor de los alemanes la animó hasta darle la vuelta al marcador.

Con la clasificación hecha y sin Suárez, con una pequeña sobrecarga, el Barcelona se relajó en exceso y lo pagó ante un Bayern orgulloso, que quiso salvar la tradición y no dejó ganar al Barcelona en el campo de Múnich.