Se cerró la Liga. La primera de Luis Enrique, la de Suárez-Neymar-Messi, la que puede coronarse como la del segundo triplete si Athletic y/o Juventus no lo remedían pero, sobre todo, se cerró la Liga del adiós de Xavi.

Más de 93.000 espectadores se dieron cita en el templo azulgrana para despedir con todos los honores al capitán azulgrana, que el pasado domingo en el Vicente Calderón conquistó su 23er título con la elástica culé y que salió por la puerta grande en el que fue su último partido liguero. El último de Xavi y el primero de dos jugadores, Jordi Masip y Thomas Vermaelen. 

El canterano culé jugó en diciembre por vez primera en el Camp Nou pero no fue hasta el cierre liguero cuando se estrenó en Liga. Vermaelen, flamante fichaje veraniego, ha podido ver la luz al final del túnel justo cuando concluye la campaña. Tras jugar un amistoso con el filial culé, el Deportivo fue su primera piedra de toque de carácter oficial.

Messi no entiende de fiestas

Con un once plagado de los futbolistas que menos minutos disputan, Luis Enrique apenas alineó a Neymar y Leo Messi del que se presupone once titular en las dos finales que se avecinan en el horizonte azulgrana. 

Activos, como siempre, buscándose y gustándose, el dúo quiso hacer un homenaje al compañero que se despedía. Antes de empezar, pasillo del Deportivo y tras el pitido, gol de Leo.

Al argentino no le gustan los homenajes o al menos no los entiende como tales. Salió como siempre y haciendo lo que mejor se le da, marcar. Un contragolpe iniciado por Xavi parecía quedar en nada hasta que el cuero cayó en los dominios de Rafinha. Recorte delicioso y asistencia a Leo Messi que, llegando desde atrás, goleó de cabeza.

A partir de ahí, Fabricio salvó al Deportivo de una goleada. Una doble intervención a disparos de Messi y Pedro y un gol anulado al argentino que parecía legal dejaron el marcador en victoria mínima para el equipo de un Luis Enrique que vivía con intensidad el que podría ser su último partido liguero puesto que su continuidad, pese a la temporada realizada, está en el aire.

Acción, reacción y salvación

El segundo tiempo comenzó como el primero, ataque posicional eterno de los azulgranas. El Barça atacó y Messi bigoleó. Un toque de cabeza al espacio de Pedro lo recogió Neymar que le regaló el cuero al '10' que, a placer, puso el segundo de la tarde en el electrónico. El Deportivo era equipo de Segunda a falta de un milagro.

La goleada del Eibar y la emoción que se vivía en Almería y Granada dejaba en vilo al equipo deportivista, que necesitaba dos goles.

Pero el fútbol las ha visto de todos los colores y se vivió una más en el Camp Nou. Apenas marcó Messi y se retiró Vermaelen para que entrara en su lugar otro que no tenía minutos, Douglas. Tras eso, lesión de Bartra producida por un golpe de Oriol Riera y golazo de Lucas para dar algo de vida a los coruñeses.

Tras eso, la gloria deportivista. Un balón suelto lo recogió Salomao para salvar al Deportivo. Quedaban 20 minutos que apenas se disputaron. Xavi, a falta de diez, fue ovacionado por última vez en Liga. Le sustituyó Iniesta en el que fue algo más que una sustitución.

Se pitó el final y comenzaron los festejos, tanto culés como deportivistas eran felices. Los primeros celebraban el título. Los segundos, que volverán el año que viene a los mejores campos de España.