Se lo ganó a pulso. Sandro Ramírez ya forma parte, de principio a fin, de la primera plantilla del FC Barcelona para la campaña 2015/16 que recién da comienzo. Tras un año a caballo entre la excelencia del primer equipo y el infierno en el que vivió el filial el pasado curso, el delantero de Gran Canaria, ahora Sandro es jugador del primer equipo azulgrana.

No ha sido un camino fácil el que tuvo que emprender el delantero canario el curso pasado. La escasez de delanteros en la pretemporada ya que Messi había llegado del Mundial, Suárez estaba sancionado y Neymar llegó de la cita mundialista lesionado, dejaba en cuadro a los catalanes que, por medio del recién llegado Luis Enrique, decidió contar con dos jóvenes que apuntaron muy alto desde las inferiores azulgranas. Munir El Haddadi y Sandro Ramírez.

Si bien, a ojos de todos, el camino de Munir ha sido más sencillo dado a la rapidez con la que ha conseguido llegar a la élite, en el caso de Sandro ha sido más pausado pero a la vez más seguro. No terminó de destacar en el filial de Eusebio Sacristán los anteriores cursos, ya fuese por su pólvora mojada en según qué fases de la temporada o por ser eclipsado por Dongou, Adama o Denis Suárez, incluso por el propio Munir. Siempre a la sombra, el trabajo de Sandro fue constante, sin prisas pero sin pausas en su camino hacia el Camp Nou.

Casado con el gol

Tras un pretemporada más que notable, en la que jugó a un gran nivel e incluso marcó, Sandro Ramírez tuvo la alternativa en el primer equipo en partido oficial el 31 de agosto de 2014, el Barcelona viajaba a Castellón para enfrentarse al Villarreal. Quedaban 20 minutos y Luis Enrique dio entrada a Sandro Ramírez por un negado Pedro Rodríguez. Apenas diez minutos después, el '29' recogía en línea de gol un centro-chut de Messi y hacía subir el tanto al marcador. Debut, gol y tres puntos.

Rápido, intenso, con unos movimientos adelante primorsos y con gol. Pese a que el canario no tenía ficha todavía del primer equipo estaba claro que sus enormes cualidades le darían para que Luis Enrique contara con él. Y así fue, Sandro consiguió marcar dos tantos en aquella Liga en la que apenas tuvo un papel testimonial, si bien es cierto que marcó en la Copa del Rey y también en la Champions, ante el Ajax de Amsterdam, convirtiéndose así en uno de los seis jugadores que anotaron en las tres competiciones que logró el cuadro culé el pasado curso tras Messi, Neymar Jr, Luis Suárez, Rakitic y Gerard Piqué.

La cruda realidad

Tras que la sanción FIFA a Luis Suárez llegara a su fin, Sandro Ramírez se vio relegado nuevamente al filial azulgrana, que sufría en una Segunda División que, esta vez sí, le vino grande de principio a fin. En ella, Sandro goleó también pese a que la pésima dinámica en la que andaba el Barça B acabó también por pasarle factura a nivel individual.

En el filial azulgrana Sandro no disfrutaba como lo pudo hacer el curso anterior, cuando finalizó en tercera posición. Una plantilla mucho más joven, donde el más veterano apenas pasaba los 22 años, fue siempre a remolque desde un comienzo y cuyo final fue el descenso a la división de bronce del fútbol nacional.

Pese a eso, Sandro siguió marcando y llegó a la cifra de ocho tantos pese a disputar gran parte de la competición en el primer equipo. Girona o Betis sufrieron en sus propias carnes lo que es defender al canario, un delantero lleno de movimientos y lucha.

El recambio perfecto

Ahora, jugador en pleno derecho del primer equipo, Sandro Ramírez se postula como el perfecto recambio de Luis Suárez en el puesto de '9'. Con la habilidad de jugar cayendo a bandas, sobre todo a la izquierda, Sandro tenía la característica, como el uruguayo, que se siente cómodo jugando de espaldas a portería y lanzando desmarques en diagonal, tanto hacia fuera como para dentro y así generar espacios a Neymar y Messi.

Rápido, corpulento y siempre activo, Luis Enrique con Sandro gana a su primer defensa, como le ocurre también con Suárez. El de Gran Canaria es siempre el que lanza la presión alta a la zaga rival.

Incansable, el ahora '16' culé es un incordio para los defensas tanto cuando tiene el cuero como cuando le toca recuperarlo. Ahora, en el primer equipo, Sandro será algo más que un delantero.

Al canario le toca ser el recambio de Suárez, su 'alter ego'.