El Barcelona y el Athletic se volverán a ver las caras 5 dias después. En el Camp Nou, y con la Supercopa de España de fondo, los vascos se impusieron en el global de la eliminatoria (5-1) haciendo valer su amplio colchón de goles de la ida. Con Aduriz como estrella del equipo que dirige Valverde, Los Leones se comieron, literalmente, a los hombres de Luis Enrique. Aún con la brecha sin cicatrizar, los catalanes volverán a pisar el nuevo San Mamés con el objetivo de callar muchas bocas. La derrota de la ida de la Supercopa, con graves errores en la retaguardia, sigue presente. Y, para añadir más leña al asunto, Aduriz está en racha: 4 goles en los dos últimos partidos; aquellos que sirvieron para levantar un nuevo título 31 años después. Curiosamente, la víctima será la misma a la que se enfrentará el domingo por la tarde.

Aduriz no tiene límites: a sus 34 años, mejora con cada año que cumple. Temporada tras temporada, el veterano delantero del Athletic sigue cosechando en su palmarés un sinfín de elogios hacía su persona. La temporada pasada fue vital para el resurgir de su equipo. Con 18 goles, fue uno de los máximos goleadores del campeonato nacional (6º), demostrando así que el gol lo lleva entre ceja y ceja, a pesar de que pasen los años. Con el 20 del Athletic en el campo, todo es mucho más fácil para los hombres de Valverde.

Su trayectoría profesional: España, su elección

Aritz Aduriz debutó en Primera División en la temporada 2002/2003 con el Athletic, curiosamente ante el FC Barcelona. Después de unas buenas actuaciones en el equipo vasco, el delantero partió hacía la Segunda b con el Real Madrid como destino. Sus marcas no pasaron desapercibidas en la Liga Adelante y el Valladolid se hizo con sus servicios un año después. Debido a una profunda crisi económica, el equipo pucelano tuvo que venderlo, la temporada siguiente, al Athletic previo pago de 3 millones de euros. Con el joven jugador volviendo a su antigua casa, el Athletic mejoró sus intervenciones en el campeonato doméstico. Finalmente, Aduriz tuvo abandonar el equipo; en Mallorca ya suspiraban por él.

Dani Güiza dejó cojo al Mallorca con su marcha al fútbol turco. El delantero español, que había disputado la Eurocopa 2008, cambió de aires y abandonó España. Por ese motivo, el equipo balear necesitaba rápidamente a un ariete capaz de suplir al ya mencionado Güiza. A pesar de no mejorar, en su primer año, los registros del exdelantero bermellonés, Aduriz consiguio una temporada de cine aportando a su nuevo equipo once goles. Un año después, y con la titularidad ya garantizada, el Mallorca obtuvo una merecida 5º plaza que le daba derecho a disputar la Europa League. El principal artífice de este hito fue el propio Aduriz.

Con el cártel de trasferible a raíz de unos problemas económicos entre el Athletic y el Mallorca, Aduriz se presentó en Valencia después de que el equipo che abonase 4 millones de euros en la operación. Pese a hacer una buena primera mitad de campeonato -va a la Selección Española después de completar buenas actuaciones-, la irrupción de Soldado le relega a un puesto en el banquillo. Asimismo, Jonas se consagró en el once titular dejando al ariete como tercera opción para la delantera del equipo castellón. Estos motivos hicieron que, años después, Aduriz volviera a sun antigua casa convertido ya en un delantero consagrado.

Los años dorados en el Athletic

El ariete guipuzcoano comenzaría su tercera etapa en el Athletic con 31 años. Con muchas batallas ganadas detrás de su espalda, Aduriz llegaba de nuevo a San Mamés para crear una historia de amor inquebrantable. Consiguio arrebatarle la titularidad a un espeso Llorente y alzarse, de manera definitiva, con el puesto de titular en el bolsillo. Con 18 goles y apariciones destacadas, el hijo pródigo se convertía en uno de los delanteros referencia en nuestro país. Al año siguiente, su esfuerzo titánico tuvo recompensa: el Athletic volvía a la Champions League (4º) después de 15 años de ausencia. Posteriormente, consiguió el Trofeo Zarra (máximo goleador nacional de La Liga BBVA) y un registro de 26 goles en su bolsillo. De esta manera, el delantero mejoró sus registros a medida que pasaban los años.

A pesar de ser un delantero centro puro, Aduriz maneja a la perfección el área rival. Ambidiestro en el golpeo de balón, su característica primordial es el juego aéreo: su baja estatura (1'80m) no es un inconveniente a la hora de buscar el balón por arriba. Hábil en los demarques y con un gran disparo, el guipuzcoano reune todas las características esenciales de un killer del área.