La fisionomía del jugador de fútbol ha cambiado tanto en todos estos años que resulta difícil encontrarse con alguno que se adapte a esa fuerza, esa potencia y a la vez esa agilidad y genialidad que en décadas pasadas podían presumir de tener algunos de los grandes delanteros del panorama futbolístico profesional. Ante uno de los que hoy día puede prometer ese despliegue de características casi "arcaicas" se enfrentará el FC Barcelona la próxima jornada con su equipo, el Málaga CF. Nordin Amrabat, nacido en Naarden en el 87, es un delantero de los que ya quedan pocos.

Fuerza, velocidad, visión y gol en las mismas dos piernas

Y es que Amrabat, de ascendencia marroquí, puede presumir grandiosamente de tener todas esas capacidades antes mencionadas, además de otras más habituales en el fútbol contemporáneo que todos y todas podemos disfrutar en los futbolistas profesionales. Un riesgo el de tener en frente a un delantero así, por lo dificultoso que puede llegar a ser su marcaje. Ni mediocampista ni delantero de área, Amrabat tiene aunadas en sus habilidades como futbolista de ataque diversas capacidades muy peligrosas para cualquier rival.

La potencia y la fuerza a la hora de encarar a sus rivales es una de sus señas de identidad, lo que casi le garantiza que durante los encuentros bese el suelo (o lo haga su marcador) en más de una ocasión. Esa potencia, otorgada por el glan despliegue físico del que hace gala (1,79 metros de estatura, con un peso aproximado de 78 kilogramos), es un factor muy determinante del tipo de juego que practica. Jamás da un balón por perdido y tiene la capacidad de llegar a muchos de ellos, por la gran zancada que posee, a falta de una velocidad más explosiva.

Amrabat, en un lance de la pasada temporada

Trato exquisito del balón, con una técnica bien refinada, muy de la escuela neerlandesa de la que viene y en la que se ha formado, con toques cortos y con estilo, asegurando en muchos casos la posesión y el buen juego del esférico. En ocasiones, propicia jugadas de gol con un pase entre líneas o con asistencias desde y una banda o la frontal del área rival. Esa itinerancia en su posición en el campo le hace ser un futbolista de complicado marcaje, pues es afín a crear jugadas a pesar de que no sea él quien necesariamente las culmine y acarece de ese egoísmo típico de los delanteros puros y goleadores.

Las claves para el partido

Su gusto por las jugadas y las internadas en el área desde atrás le aportan la vitola de ser quien enlace las jugadas tras robo en campo propio o ajeno, en circunstancias de contragolpe, aprovechando la zancada ya tratada del neerlandés o bien con un disparo muy peligroso, para el cual el jugador malaguista apenas necesita armar la pierna. Que cuenta con un arsenal físico imponente no es nuevo, pero sí esos tiros rápidos y potentes pero medidos que consiguen trastabillar a los guardametas ante la rápida circunstancia del disparo. Aun así, de más preocupación es la capacidad del jugador para poder armar una jugada de contragolpe rápida tras robo, bien ejecutando un disparo tras conducción, un buen pase entre líneas habilitando una segunda jugada o bien asistiendo de manera magistral a un compañero mejor colocado. Opciones de sobra para un futbolista que sería capaz de desarmar una buena defensa como la del Barça si no frenan sus altas ambiciones a la hora de crear contragolpes a sus equipos rivales y de recoger balones en campo rival.

De Países Bajos a España... pasando por Turquía

Nacido y formado en los Países Bajos, habiendo jugando en equipos como en VVV-Venlo o el PSV Eindhoven, y habiendo podido curtirse en la Super Lig de Turquía en Kayserispor o Galatasaray, el salto de Amrabat a la Liga BBVA se produjo con la temporada 2014/15 ya comenzada, debutando con el conjunto andaluz en la tercera jornada de la competición liguera. El pasado año, el jugador neerlandés con el '2' a la espalda, consiguió ganarse el cariño de su afición por la entrega y calidad de su juego, llegando a disputar con el Málaga CF un total de 35 partidos (más de 2200 minutos entre Liga BBVA y Copa del Rey) en los que logró convertir 6 goles y repartir un total de 7 asistencias.