Volvió la Champions al Camp Nou para poner luz a dos jornadas de Liga ensombrecidas primero por el tropiezo ante el Celta en Balaídos, y después por la lesión de Messi frente a Las Palmas. En ausencia del astro argentino, todas las miradas recaían sobre Neymar y Suárez, con la expectativa de que ambos tirasen del carro de un Barça que no acaba de afinar.

Tras el empate en Roma en la primera jornada, el equipo tenía la necesidad imperiosa de ganar, para poder seguir aspirando a liderar el grupo, y qué mejor que hacerlo en su feudo. Un gol de Papadopoulos puso suspense a una noche en la que el conjunto azulgrana sufrió, pero los cambios de Luis Enrique surtieron efecto, y tanto Munir, que asistió los dos goles que llevaron a la remontada (2-1), como Sergi Roberto, que empató, para que Suárez luego sentenciase, fueron clave en el devenir del equipo en esta segunda jornada de la fase de grupos.

Alves, 350 partidos con el Barça

El técnico asturiano dio entrada a Iniesta y Mathieu en el once inicial, mientras otorgaba al canterano Sandro Ramírez su primera titularidad en Champions, y Dani Alves cumplía su partido 350 con la casaca azulgrana. El Barça se mostró concentrado, metido de lleno en un partido que pareció tomarse muy en serio desde el minuto 1, pero le faltó efectividad, y volvió a pagar caro esas oportunidades que no supo aprovechar.

Una de las mejores ocasiones de las que dispusieron los barcelonistas vino de los pies de Sandro, tras recibir una precisa asistencia de Suárez y picar con la izquierda, pero se encontró con el rechace de Leno bajo palos. El delantero grancanario empezó bien y tuvo dos ocasiones en la primera mitad, pero fue irregular, como el resto del conjunto.

La defensa volvió a flaquear y a quedarse en evidencia. Un error de Piqué en la salida de balón otorgó al Bayer la posesión, y Kramer estuvo a punto de marcar, con un remate que marchó fuera por poco. Kampl también acechó la portería del Barça con dos llegadas peligrosas, en la primera envió la pelota fuera, y en la segunda rechazó la defensa.

Papadopoulos siembra el pánico

Se mascaba la tragedia, con el dominio creciente de los alemanes, y los peores presagios adquirieron forma cuando Papadopoulos remató de cabeza, dentro del área pequeña, un córner picado por Çalhanoglu, estrenando así el luminoso. Desde que encajó el mazazo, el Barça fue incapaz de crear en ataque, ni siquiera puso en aprietos a Leno. Aturdido, amilanado, dejó al conjunto alemán jugar con relativa tranquilidad.

Ter Stegen, que había increpado a Suárez en la acción del gol, detuvo un disparo de Bellarabi, que llevaba veneno. Los de Luis Enrique se animaron justo a tiempo, cuando el primer período daba ya sus últimos coletazos, y así fue que llegó una doble ocasión, en la que una vez más le faltó efectividad a los azulgranas. Neymar chutó el balón, estrellándolo en el palo derecho, y el remate posterior de Sandro fue rechazado por Leno, que también atajó una falta ejecutada por Rakitic.

Neymar animó el juego del Barça

Comenzó a aparecer Neymar, y con él, la alegría del Barça, el jogo bonito. Le había costado al brasileño meterse en el partido, irregular como se venía mostrando en los últimos encuentros, pero su creciente participación en el juego sirvió de guía a los catalanes. A pesar de las ganas renovadas de los culés, el Bayer siguió mandando al descanso.

Munir reparte asistencias

En la reanudación Chicharito envió un balón a las nubes y Sandro probó suerte con un disparo demasiado cruzado. Iniesta, que aportó chispa en un principio, se fue apagando, pero tuvo algún que otro detalle antes de retirarse lesionado: el manchego dejó un taconazo atrás, para el remate de Rakitic, pero el balón rebotó en la defensa. Los jugadores del Barcelona reclamaron manos dentro del área, mientras Neymar volvía a insistir con un chut que marchó rozando el poste izquierdo.

El carioca ejecutó poco después una falta, pero el cuero salió desviado. Piqué remató como pudo, desde la frontal del área pequeña, un saque de esquina picado por el internacional brasileño, pero detuvo Leno. También Suárez dispuso de una buena ocasión, que la defensa despejó a córner.

Los hilos comenzaron a atarse con los cambios. La entrada de Munir y Sergi Roberto fueron las llaves que abrieron la puerta de la remontada, conducida puramente por la Masía, por los canteranos, que si bien no son los protagonistas habituales, también saben brillar cuando les toca el turno de salir a escena. El madrileño sirvió la asistencia del gol del empate, que firmó el de Reus, y volvió a repartir, apenas un minuto después, para que Luis Suárez clamase a la gloria, al confirmar la remontada, en la primera victoria del Barça en la actual edición de la Champions League.