La Copa Catalunya llegó al Mini Estadi para traer aire fresco a un Barça B que comenzaba a ahogarse en la competición regular, tras ceder en los dos últimos encuentros que ha disputado en el campeonato de Liga de Segunda División B. Los azulgranas, que superaron al Figueres a domicilio en cuartos de final, en la tanda de penaltis, después de empatar a uno, recibieron al Girona en su feudo mostrando otra cara distinta a la del pasado domingo.

Con notables cambios en la alineación, respecto al equipo que cayó ante el Llosetense, al once del filial regresaron Godswill, Xavi Quintillà, Samper y Gumbau, mientras el juvenil Carles Aleñá se ganaba su primera titularidad, al igual que Campins, que tras superar una lesión había tenido algunos minutos en los dos últimos encuentros. Los barcelonistas obtuvieron sin problemas la clasificación para la final, tras imponerse por 1-0, gracias a un tanto obra del juvenil Alex Carbonell.

Ganas e intensidad

Los de Gerard López saltaron al terreno de juego con una marcha más que su rival, y pronto se hicieron con el control del esférico. Una tendencia que se mantuvo a lo largo de casi todo el primer período, y que cobró fuerza en los últimos diez minutos, antes de llegar al descanso, cuando el Barça B asedió la portería contraria.

La primera ocasión de los locales la protagonizó Samper, con un disparo desde fuera del área que no tuvo el efecto deseado. El Girona lo intentó con un centro de Álamo, que no remató Sobrino por poco. Pero el filial, que apretaba más, consiguió inquietar a Germán, que fue batido por Rodri, en una acción que quedó anulada por fuera de juego.

El calvario del guardameta gerundense se agravó conforme avanzó el reloj. Aleñá probó suerte con un chut desde fuera del área, después Aitor remató, tras un saque de esquina, y el esférico se marchó rozando el poste izquierdo. Campins tuvo la ocasión más clara de la primera mitad, tras recibir del ex de la UE Cornellá y cruzar el cuero, pero despejó Germán a córner, estirándose.

El filial mereció más

Antes de marchar a vestidores, Rodri la puso al segundo palo, pero no llegó Campins, que estuvo a punto de quedarse solo ante el portero, y remató Gumbau, tras intentar dirigir el balón por el centro, pero detuvo el cancerbero del Girona. Pudieron irse con ventaja los azulgranas, pero la actuación de Germán fue providencial para salvar a los suyos.

En la reanudación, el Barça B intensificó su dominio y raudo se dispuso a asediar de nuevo la portería contraria. Aitor remató un centro de Maxi desde la derecha, solo ante el portero, enviando el cuero por encima del travesaño. El argentino, muy activo en la segunda parte, ejecutó una falta que detuvo Germán y golpeó después, en un uno contra uno que controló el portero del Girona.

Del banquillo del filial salieron dos jugadores del Juvenil A, Alex Carbonell y Carles Pérez, que ya habían tenido minutos con el equipo en Liga. Fue precisamente Carbonell quien acabó por decidir la eliminatoria, evitando la tanda de penaltis con un gol que culminaba una excelente jugada individual, tras recibir una buena asistencia de Sergi Samper. Los cambios en el combinado visitante le dieron alguna opción, como el chut de Granell, que marchó fuera, o el remate de cabeza de Carles Mas, que salvó Ortolá al sacar la mano.

El Barça B, a la final

Los chicos de Gerard López celebraron con moderación una merecida victoria, que les coloca ya en la final de la Copa Catalunya, en la que se medirán al vencedor del enfrentamiento entre Rubí y Sabadell. De momento, el técnico podrá volver a contar con Gumbau, dado el parón de selecciones en el primer equipo, de cara al próximo partido, que será contra el Badalona el próximo domingo (17:00h), en el Mini Estadi.