Con Cristiano Ronaldo desubicado y pasando la treintena y un Gareth Bale que nunca ha acabado de encontrar su sitio en la capital, el nombre de James Rodríguez comienza a coger cada día que pasa más peso en el juego ofensivo de los de Chamartín. Tras un comienzo de temporada marcado por las lesiones, el jugador cafetero reapareció en Sevilla anotando un precioso tanto y volvió a ver portería en el encuentro de la semana pasada que su selección, la Colombia de Pekerman, empató ante Chile.

Un primer año con números de estrella

James Rodríguez se ganó al Bernabéu con su fútbol de la campaña pasada. El colombiano, que aterrizó en la capital de España tras su buen hacer en el Mundial de Sudáfrica, no necesitó temporada de adaptación para enamorar a la parroquia blanca. Sus goles de bella factura, su sacrificio y su adaptación al 4-3-3 de Ancelotti fueron motivos suficientes para convencer al aficionado madridista que se había fichado, y se había pagado, por un verdadero crack.

Trece goles y trece asistencias en Liga

Sus inicios no parecía fáciles. Hombre de balón y de tres cuartos en adelante, ganarse un puesto en la tripleta atacante del Real Madrid no parecía posible. Con Cristiano Ronaldo en estado de gracia, Gareth Bale dueño de la derecha y Benzema como único "9", la solución para el ex jugador de Oporto pasaba por adaptarse al centro del campo. Ahí, la lucha con Isco se presumía encarnizada y con el paso de las jornadas el zurdo ganó la partida.

Su incompatibilidad con Isco sería, durante su llegada una vez finalizado el Mundial, uno de los temas de discusión más característicos entre el aficionado blanco. Dos jugadores de un estilo similar, que encandilan a la afición pero de escaso trabajo defensivo. Ancelotti, técnico mediador donde los haya, consiguió sacar de ambos un rendimiento inesperado que permitió al Real Madrid vivir uno de sus mejores momentos de la última década entre los meses de septiembre y enero, trimestre en el que los blancos, además de encadenar una asombrosa racha de victorias -incluído el Mundial de Clubes-, se gustó con su fútbol.

El aciago final de temporada desmereció aquellos tres fabulosos meses de competición blanco, no así los buenos números de un James Rodríguez que finalizaría la campaña habiendo participado en treinta y cinco de los goles del Real Madrid -17 goles y 18 asistencias entre todas las competiciones-, y haciéndose un hueco importante en el grupo para las próximas temporadas.

¿Un Real Madrid en torno a James?

El fútbol de James, a la espera de una mayor regularidad, está llamado a convertirse -con permiso de Gareth Bale- en el nuevo referente del Real Madrid. Con Cristiano Ronaldo coqueteando con su salida y viviendo sus momentos más bajos como jugador del Real Madrid, la parroquia blanca busca nuevo ídolo. El galés no termina de entrar por los ojos del aficionado. Al croata Luka Modric, uno de los pilares básicos del juego blanco, le ha faltado prensa y en el caso de Isco, querido por el aficonado y con mucho fútbol en sus botas, no se termina de cumplir con las expectativas. La sonrisa y especialmente la zurda de James, a sus veinticuatro años podría ser una solución para un equipo con escasa creatividad desde la marcha de Ozil y Di María.

Formó parte del once ideal de la Liga 14/15

Curiosamente el fútbol del centrocampista colombiano comparte muchas cualidades que el de sus predecesores. Además del dominio exquisito de su izquierda, su visión de juego y el desequilibrio que ofrece en el último cuarto de cancha fueron razones clave para que el futbolista formara parte del mejor once de la temporada pasada en la Liga BBVA, donde acompañó a Cristiano Ronaldo, máximo goleador de la competición y Bota de Oro europeo.

En esta segunda temporada, su nivel se ha visto minimizado por las lesiones sufridas con su selección. Con escasa participación en lo que va de temporada, el jugador volvió a las convocatorias blancas en el último piscinazo de los suyos, ante el Sevilla, en el Ramón Sánchez Pizjuán. Allí, el jugador no fue de la partida por razones técnicas, y sólo pudo reducir distancias con el tiempo cumplido gracias un bello tanto desde la frontal, siendo el único futbolista que dio muestras de carácter por lo que ocurría en el feudo sevillista. Capaz de liderar a su selección tras la debacle de Radamel Falcao, el mediaputa tiene hechuras de un líder que debería tener su oportunidad en el barco madridista.

Tensión con Benítez antes del Clásico

Descartado para la titularidad en Sevilla, el naufragio del equipo blanco trajo consigo una tormenta en la casa blanca. Desde Cristiano Ronaldo hasta Sergio Ramos, varios fueron los pesos pesados del equipo blanco que se atrevieron a criticar a su técnico, Rafa Benítez, por las decisiones tomadas durante el encuentro ante los de Nervión.

"Para que digan que no estoy bien" (James Rodríguez)

El último en unirse a la lista fue el propio James Rodríguez la pasada semana. Titular con su selección en el encuentro que los colombianos disputaron ante Chile, la estrella cafetera, que marcó un gol y cuajó un gran partido, no dudó en mandar un dardo tras el partido a su técnico, cuestionando así sus últimas decisiones en las que se agarraba al mal momento físico del colombiano tras su selección para no haberlo puesto de inicio.

Veremos durante esta semana, cuando ambos vuelvan a verse las caras, si las declaraciones desafortunadas del jugador, cuestionando el liderazgo y las decisiones de su técnico, no acaban por pasarle factura con vistas al choque que ambos disputarán ante el Barcelona este próximo sábado día 21. La apuesta personal de Benítez por Casemiro y la vuelta de Benzema hacen que la decisión del técnico madrileño con respecto a James vaya a ser analizada por lupa y, ocurra lo que ocurra, criticada por una gran parte de la afición blanca que no ha dejado de atizar al ex entrenador de Liverpool, Inter o Nápoles desde que éste accediera el pasado verano al banquillo del Bernabéu.