El ariete canario cumplirá 35 años al final de esta temporada, pero sus botas siguen dejando goles allí por dónde va. Sus inicios en la Unión Deportiva Las Palmas fueron difíciles, pero Rubén Castro ha sabido sobre ponerse a todo tipo de circunstancias.

Canario de corazón

Rubén Castro llegó a la U.D Las Palmas cuándo aún era alevín. Después de quemar todas las etapas, debutó con el primer equipo el 4 de marzo de 2001, en un empate a cero ante el Athletic de Bilbao. Durante aquella temporada no volvió a jugar con el primer equipo, y sus primeros goles en la máxima división tuvieron que esperar hasta finales de ese mismo año.

Debut de ensueño y consagración en la segunda división

El 3 de octubre de 2001, Rubén Castro saltó a la fama en el encuentro que enfrentaba a la UD Las Palmas y al Real Madrid en el Estadio Insular. Los blancos, por aquél entonces entrenados por Vicente del Bosque, eran los claros favoritos para ganar el partido. A falta de 15 minutos el marcador era de empate a dos, pero entonces apareció el delantero de la cantera, Rubén Castro, para marcar primero con la izquierda y después firmar la sentencia de los merengues con la derecha.

Pese a la irrupción del canario, el equipo acabó descendiendo de categoría. En la división de plata, Rubén Castro se consagró como el mejor nueve de la categoría, siendo el pichichi con tan sólo 22 años. No obstante, los goles del ariete canario no pudieron evitar el nuevo descenso de la UD Las Palmas, esta vez con dirección a Segunda División B.

Viajando por España

Al final de la campaña en la que acabó como máximo goleador de la división de plata española, el Deportivo de la Coruña llamó a su puerta. Era la época del EuroDepor, posterior al SuperDepor de los noventa, y los dirigentes gallegos creyeron que Rubén no daba la talla para jugar en el equipo, por lo que se le buscó una salida en calidad de cedido. El Albacete, que esa temporada militaba en Primera División, fue su destino. En el club manchego sólo anotó tres goles, y al final de la temporada regresó a Galicia.

Castro en un partido disputado en Riazor I Fuente: La Región

Después de una temporada en la que no contó en exceso para el Deportivo (marcó 7 goles, 4 de ellos cruciales en la Intertoto), se marchó al Racing de Santander. Allí no marcó ni un solo tanto, y en el mercado invernal se fue dirección al Nástic de Tarragona. Con los tarraconenses pareció recuperar el olfato goleador, marcando tres goles en sus cuatro primeras apariciones. No obstante, sólo anotó un gol más en el resto de la temporada y el equipo acabó descendiendo a Segunda División.

Nunca acabó de triunfar en un Deportivo que no apostó por él

Tras acabar su aventura en Cataluña, volvió al Deportivo. Allí estuvo una temporada sin jugar prácticamente nada, y volvió a salir, esta vez dirección a Huesca. En Aragón, fue una pieza importante y volvió ser un nueve con gol, marcando 15 goles en su única temporada. Después, el Rayo Vallecano se interesó por él, y se marchó cedido a la entidad vallecana. En la temporada 2009-2010 vistió los colores del Rayo, volviendo a marcar 15 goles, en una campaña que no se pudo redondear con el ascenso. Finalmente, tras siete años ligado al Deportivo de la Coruña, dónde nunca se sintió importante, la entidad gallega lo traspasó al Real Betis Balompié.

Estabilidad andaluza

Con 29 años, parecía que la mejor etapa de la vida como futbolista de Rubén Castro se estaba apagando. Aún así, el Real Betis apostó por él, y la jugada les salió de lujo. En su primera temporada como verdiblanco rompió a jugar y marcó 32 goles. Con todos esos tantos, el Real Betis confirmó su regreso a Primera División.

48 goles en sus dos primeros años en Sevilla

En su vuelta a Primera, Rubén Castro se confirma como el ariete titular del Betis, marcando 16 goles y siendo una de las sensaciones de la temporada 2011-2012. Pero no era flor de un día, y es que en la siguiente campaña vuelve a firmar los mismos tantos, clasificando así al Betis para la Europa League.

En la temporada 2013-2014 reduce su cifra de goles a la mitad, y el equipo lo acusa descendiendo a Segunda División. Eso sí, en la división de plata se convierte en el mejor jugador sin ninguna discusión, rompiendo records al acabar la temporada con 35 goles en su haber particular.

Esta temporada el Real Betis ha vuelto a Primera y Rubén Castro es la referencia de los verdiblancos. A falta de dos jornadas para la conclusión de la primera vuelta, el canario ya suma 8 tantos.

Joaquin y Castro tras ganar en Gijón I Fuente: diario ABC
Joaquin y Castro tras ganar en Gijón I Fuente: diario ABC

La vuelta de Joaquín, hijo pródigo del Betis, no ha eclipsado la figura de Rubén Castro. El canario ha encontrado en el del Puerto de Santamaría un gran asistente, que le sirve de centros desde la banda derecha. Aunque el canario sólo mida 169 centímetros, en la jornada 3 ya anotó un tanto de cabeza a servicio de Joaquín.

Rubén Castro es un delantero rápido y con gran olfato goleador; de aquellos que tienen el gol entre ceja y ceja. No le cuesta armar rápidamente la pierna, y además es el ejecutor de los penaltis para el Betis. En esta temporada, cuando Rubén Castro ha marcado, el Betis sólo ha perdido en una ocasión, empatando en dos, y ganando las cinco restantes. El FC Barcelona tendrá que estar muy atento para tapar al ariete canario.