Toni Reyes, compromisario y socio del Fútbol Club Barcelona número 20441 del Club nos trae cada lunes su particular visión del club de sus amores, el equipo de su corazón.

"El modelo del parche"

La actual junta directiva del FC Barcelona, clara ganadora de las elecciones de 2015 e indudablemente continuadora de la junta presidida por Sandro Rosell, ha basado gran parte de su discurso y de sus campañas en el supuesto rigor, su capacidad para mejorar la situación económica del Club o la transparencia.

Se había vendido que en el Club no había ni para fotocopias en color y, por tanto, debían disfrazarse como los grandes salvadores del mismo y como la directiva que implantaría los criterios de gestión de una nueva era que nos convertirían en un Club serio, moderno y de éxito. Así que decidieron autoimponerse unos mecanismos de control del balance EBIDTA/DEUDA que ahora condicionan el presente más inmediato.

Se ha vendido la situación que no había ni para fotocopias en color

Es indudable que han sabido moverse hábilmente para que varios años después de su llegada al Club, la mayoría de la masa social siga sin hacerse algunas preguntas, al menos en el ámbito social y económico.

Porque la realidad es que, en estos seis años, es que el Club ha sido sancionado por la FIFA sin poder fichar durante dos ventanas (provocando la marcha de algunos de sus jóvenes talentos), el expresidente y el actual presidente del Club serán juzgados por irregularidades en el fichaje de Neymar y, ahora, se encuentra “a un Nolito” (unidad de medida equivalente a 18 millones de euros) de tener que convocar elecciones por falta de salud financiera del Club. Poco rastro del rigor, la gestión y la transparencia prometida.

No se debe olvidar que fue la propia junta la que definió estatutariamente cuando el Club está en una situación económica lo suficientemente preocupante como para tener que convocar elecciones. No son los socios críticos o la anterior directiva los que establecieron ese criterio.

Rosal y Bartomeu juntos I Foto: VAVEL
Rosal y Bartomeu juntos I Foto: VAVEL

El caso es aún más sangrante si después de explicar que no hay posibilidad de fichar a un jugador de valor medio en el mercado y deseo expreso del exitoso entrenador del primer equipo, leemos que la propia Junta nos dice que el Barcelona está en “la mejor situación económica del Club”. Y perdonen, pero las dos cosas a la vez no pueden ser.

El potencial económico del FC Barcelona es enorme y, por tanto, no es necesario crear un miedo innecesario a corto plazo. Pero es urgente cambiar el actual modelo comercial y económico actual del Club, el que denomino modelo del parche, por un nuevo modelo de generación de ingresos. El modelo del parche se puede simplificar en ir a buscar un espacio en la camiseta o en la tribuna del estadio con la que solucionar, con un logo, un problema presente de liquidez. Y ese modelo no es un modelo de futuro para el Club, salvo que se quiera acabar con la camiseta como la del Rhein Neckar Lowen.

El modelo del Barcelona no es un modelo de futuro

Los ingresos por patrocinio nos han de preocupar relativamente. En mi hay convicción de que lo realmente importante es volver a diseñar la estrategia que reconstruya una imagen de la marca Barça diferenciada, y que genere más ingresos de la relación con sus aficionados y dependa menos de los logos. El patrocinio sí, el mejor posible, pero ha de ser una consecuencia y no una solución.

El contrato de la publicidad en la camiseta

Un ejemplo muy básico y que atormenta en estos días: el próximo contrato de patrocinio de la camiseta. El contrato se firmará por 6 años y los ingresos medios del club en ese periodo están estimados en unos 750 millones de € por temporada. Firmar un contrato de 60 millones o de 45 millones implica realmente un +/- 2 % sobre el total de los ingresos. No es un % despreciable, pero no puede condicionar la imagen de la marca Barça. Es un deber mantener cabeza fría y medir muy bien a la hora de vincular marca Barça con otras marcas.

Es preocupante como se va devaluando la marca Barça

Lo preocupante no son los números de hoy. Fichen a Nolito si lo pide el entrenador. Lo verdaderamente preocupante es como se está devaluando poco a poco la marca Barça en el mundo hasta niveles cercanos a “un gran Club más”. Y eso en el momento en el que el club dispone del once titular en el primer equipo de fútbol más comercial de su historia.

El Club y el socio se han de preocupar menos por un fichaje, por un 1% más o menos de  deuda o por un 2 % más o menos de un contrato de patrocinio y han de ocuparse más en rediseñar dos estrategias clave para el futuro:

- Una nueva estrategia de diferenciación de la marca Barça, cambiando el actual rumbo que nos llevará a ser un “gran Club más” en pocos años.

- La orientación del departamento comercial del FC Barcelona hacia la generación de ingresos provenientes del consumo de productos Barça por parte de sus fans en todo el mundo.

El que autodenomino modelo del parche, es cortoplacista y por tanto se juzga al día. Así lo han querido. Pero, hoy más que nunca, es importante tomar distancia, coger altura y diseñar la política estratégica del FC Barcelona para generar nuevos y diferentes ingresos a medio y largo plazo.