Cuando te deja alguien a quien sigues queriendo, la primera reacción es de despecho: nunca te perdonaré, ojalá te vaya mal, encontraremos a alguien mejor. En la mayoría de veces, eso es solo orgullo, en realidad lo que quieres es salir detrás para que no se vaya. Además, cuando lo ves con alguien que no te cae demasiado bien, escuece el doble, pues esto mismo es lo que sintió la afición colchonera este verano cuando Arda cogía el puente aéreo para recalar en el Barcelona.

La ruptura dolió mucho. Habían sido cuatro años increíbles, en los que el Atlético recuperó su grandeza perdida hace un tiempo, su entrenador era el gurú, pero Arda era su estandarte sobre el terreno de juego. El turco, con su barba hípster, su sonrisa silenciosa, su mala leche sobre el campo, pero sobre todo, su calidad por encima de todas las cosas. Un ídolo, un genio, un buen tipo para aquellos que lo conocían. Dejaba en el corazón de todos los atléticos un vacío difícil de ocupar.

Simeone hizo de Arda una estrella mundial, con la calidad se nace, pero ese sacrificio fue inculcado por el entrenador colchonero. El turco se convirtió en ese ídolo en el que parecernos, es más se fundó una especie de filosofía el “Ardaturanismo”.

Arda en un partido disputado con la camiseta rojiblanca / Foto: Jaime Delgado (Vavel.com)
Arda en un partido disputado con la camiseta rojiblanca / Foto: Jaime Delgado (Vavel.com)

Esa filosofía encaminada a ser diferente, como es el aficionado atlético, esa forma de ser mejor que el resto, pero no presumir de ello. Y Arda es uno de los mejores. Pero ahora solo queda añorar lo que un día fue.

Desde el otro lado del puente aéreo, vivieron todo lo contrario. Llegaba a sus hogares, a su estadio, y poco a poco entrará en sus corazones, el “Ardaturanismo”.

Desde el primer día, cuando se anunció a Arda, el barcelonismo vivía pendiente de la fecha en la que podía vestir la zamarra azulgrana. El aficionado culé posee estrellas rutilantes sobre el verde cada fin de semana, Messi, Neymar, Suárez, Iniesta… pero el hombre que llegaba era diferente. Por la sanción FIFA, han debido de esperar 4 meses para verlo, pero ha merecido la pena.

El turco ha encajado perfectamente en el vestuario, y además empieza a entenderse también sobre el terreno de juego por lo que empieza a ser una pieza más del engranaje azulgrana. En el Camp Nou empieza a vivirse de manera especial el “Ardaturanismo”.

Arda Turan el día de su presentación /Foto: Mireia Carcole (Vavel.com)/
Arda Turan el día de su presentación /Foto: Mireia Carcole (Vavel.com)/

Partido especial.

Y mañana, toda esta historia vivirá un capítulo especial. Arda cumple 29 años, un cumpleaños especial, pero será especial por otro motivo totalmente diferente.

Mañana Arda vuelve a enfrentarse al Atlético. Arda vuelve a rivalizar con el club que le vio convertirse en estrella, sin duda un cumpleaños difícil de olvidar.

El turco se ha convertido en el protagonista de la previa, pese a que todo hace indicar que no será de la partida, debido a que en estos momentos tanto Iniesta como Rakitic parte con cierta ventaja. Arda es protagonista por su pasado colchonero.

El mismo jugador ha expresado que lleva varios días pensando en este partido, marcado en rojo en su calendario. Admitió que le es imposible olvidar las cuatro temporadas que disputó en el Vicente Calderón, se proclamó campeón de Liga, finalista de Champions e instauró la filosofía que lleva su nombre.

Deportivamente, Arda cree que el partido será intenso y que puede llegar a ser decisivo para la liga. Pero es imposible que el reencuentro con el Atlético no le despierte sentimientos.

El “Ardaturanismo” se reencuentra con su pasado, en el lugar que empieza a forjar su presente. Estamos ante un futbolista diferente y será un partido diferente, para él y para más de un aficionado nostálgico.

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