El FC Barcelona sorteó una parada complicada en su visita al estadio Ciutat de Valencia cuando la escuadra que dirige Luis Enrique se impuso 0-2 al Levante UD, a través de los goles de Fernando Navarro en propia puerta y Luis Suárez. De esta manera, los culés siguen liderando la clasificación de la Liga BBVA. Tácticamente, se observó con caracteres espesos en el 4-3-3 clásico. Un equipo largo, que de arranque presentaba una modificación con respecto a su once de gala. Sergio Busquets, cedió su lugar a Sergi Roberto. La ausencia de 'Busi', un encastre insustituible.  En consecuencia, el funcionamiento disminuyó.

Dos esquemas, ataque y defensa

Primeramente, para salir en limpio Sergi Roberto emulaba a Busquets. Con el cuero de espaldas, se añadía a la línea de tres a modo de líbero. Mientras tanto, Gerard Piqué y Javier Mascherano completaban la línea defensiva. La formación inicial continuaba con Andrés Iniesta e Iván Rakitic en el centro del campo y los laterales, Daniel Alves y Jordi Alba abocados decididamente de volantes. Delante, el tridente. Messi en el extremo derecho, Luis Suárez de ariete y Neymar en la otra banda. Así, se conformaba el 3-4-3. Se efectuaban los cambios posicionales en el mediocampo y delantera. Rakitic e Iniesta, modificaron su ubicación inicial, siendo el cerebro el mediocentro derecho e Iván en la izquierda, como se le observó en su paso por el Sevilla FC. También, Sergi Roberto se acoplaba a la línea de centrocampistas una vez que la salida era certera. Asimismo, en varias oportunidades Luis Suárez se acomodaba en la derecha y Leo ocupaba la zona de '9'. También ocurría lo mismo entre Neymar y el argentino, pero en la banda izquierda. La ocupación de los espacios propugnada por el equipo granota, obligaba al FC Barcelona a cambiar constantemente posiciones y plasmar un fútbol de dinámica, toques y asociación. Por otra parte, una vez que los dos laterales y el centro del campo no recuperaba el cuero con rapidez, Alba y Alves se sumaban a los dos defensas para conformar una línea de cuatro.

El táctico de Messi

El puesto de inicio de Leo era en el extremo derecho. Oscilando entre esa ubicación y la zona '9', para diagramar un pase cruzado debido a la superpoblación local. Y fue así que llegó la apertura del marcador, hallando su feudo detrás de Luis Suárez. El albiceleste, abrió hacia la izquierda y Alba desbordó, con tanta mala fortuna para el Levante UD que el cuero impactó en Navarro, en lo que significó la apertura del marcador. Las situaciones más peligrosas, ocurrían con la conducción de Leo y las cesiones hacia las bandas. Acumulando gente y los receptores sin marcas, producto del efecto magneto que produce Messi.  Otra vez de extremo, cruzó en el 24 de partido un pase a Neymar y este, cedió para Suárez de centroatacante que se lo perdió. Por momentos, cuando dejaba la banda y se incluía delante de Sergi Roberto, conformaba una especie de doble organizador con el acompañamiento de Andrés Iniesta. Si esto ocurría, Sergi Roberto o Rakitic retrocedían para ocupar los espacios. Con el ingreso de Busquets para los últimos 23 minutos, Leo se ubicó delante del mediocentro, ya que la dinámica de Aleix Vidal y Sergi Roberto le permitía romper por dentro aunque el segundo gol, llegó con el argentino como extremo y Suárez en el centro del ataque.

Los interiores, doble función

Una de las características que presenta el FC Barcelona, es el rol que ocupan dentro del campo. Responsables de ser ese doble pivote(Rakitic e Iniesta), con la salida del mediocentro y asimismo distribuirse eficazmente al momento de atacar. Es allí que, cuando no tienen el cuero y el balón sigue avanzando, se posicionan a la derecha e izquierda de Luis Suárez. Esto, permite un fútbol dinámico y a su vez, los volantes/extremos se colocan en la banda. Obligatoriamente, Sergi Roberto no seguía su camino sino que les respaldaba en tareas defensivas, ya que el equipo quedaba muy descompensado en un contrataque. Lo mismo aconteció con los laterales, Alves-después Aleix- y Alba en el sector izquierdo. Especie de volantes/extremos cuando Messi o Neymar se adentraban al centro, en tareas ofensivas y defensores que se suman esporádicamente a la línea de cuatro.