La vida de Nolito nunca ha sido fácil. Con 20 años militaba en las filas del Écija, equipo que por entonces jugaba en tercera división. Su primer gran partido fue en 2006, cuando Nolito marcó el empate en un partido muy especial. El Écija había conseguido superar rondas en la Copa del Rey y llegó a plantarse en treintaidosavos de final, dónde el sorteo les emparejó con el Real Madrid. Aquél día, con San Pablo a reventar, Nolito subió la igualada al marcador después de que Cassano adelantara a los visitantes. Al final, en el Bernabéu, como era de esperar, el Real Madrid ganó por 5-1 y dejó en la cuneta a los astigitanos.

Nolito de azulgrana

En 2008 todo cambia para Nolito. El FC Barcelona pone sus ojos sobre él y decide hacerse con sus servicios para actuar en el filial azulgrana. Además, sus buenas actuaciones le llevaron a ser convocado con el primer equipo en un partido de Copa del Rey frente al Benidorm. En 2010 llegaría el esperado debut en un encuentro contra el Mallorca. De la tercera división y los campos embarrados, en menos de dos años, a jugar en el Camp Nou con jugadores de la talla de Messi. Pero de momento su sitio aún era el filial.

De hecho, Nolito fue una pieza clave en el filial que logró el retorno a Segunda División de la mano de Luis Enrique, tras superar una eliminatoria muy caliente frente al Sant Andreu. Entonces, el filial contaba con nombres tan importantes como los de Bartra, Montoya, Sergi Roberto, Jonathan Soriano, Dos Santos, Thiago o el propio Nolito.

En su debut en Segunda División, el filial titubeó en el inicio de campaña pero acabó cuajando una clasificación histórica, acabando la temporada en tercera posición, lugar que le hubiera otorgado un puesto de playoff. En aquella temporada Soriano fue el máximo goleador de los de Luis Enrique, y de la competición, con 32 tantos, seguido de Nolito con 13.

Ambos jugadores acabarían marchando: Nolito a final de temporada y Soriano al poco de iniciar la siguiente. A causa de las pocas oportunidades de las que gozaba en el primer equipo, el ex del Écija partió gratis, al no renovar el contrato, con dirección a Lisboa.

Ni Benfica ni Granada

Las águilas encarnadas fueron el destino de un Nolito que cuajó una gran primera temporada con 11 goles en 29 partidos. Eso sí, el título fue a parar al Porto de Hulk y James. A mediados de la siguiente campaña, la 2012-2013, Nolito decidió poner punto y final a su hasta ahora única aventura fuera de las fronteras españolas. Las razón principal de la marcha fue la falta de minutos pese a haber sido importante en la primera temporada, pues Jorge Jesus dejó de contar con el gaditano.

Después de que Betis y Granada pugnaran por hacerse con el extremo andaluz, fueron los granadinos quienes acabaron llevándose la puja y pagaron 700.000 euros por la cesión de Nolito.

Allí marcó 3 goles en 17 partidos, pero hay uno de factura bellísima que sirvió para llevarse tres puntos cruciales para la salvación al Granada. En Cornellá-El Prat, Nolito lanzó un disparo magistral de falta: toque con el interior del pie derecho y pelota que golpea en la cruceta y entra ante la mirada de incredulidad de Kiko Casilla.

Dulce Vigo

Pese a que la cesión había terminado y Nolito debía volver a Lisboa, el gaditano hizo todo lo posible para marcharse de la ciudad portuguesa. Por fortuna para él, Luis Enrique, que entonces entrenaba al Celta, accedió a pagar más de dos millones de euros por el cincuenta por ciento de sus derechos y que Nolito pudiera jugar en Vigo.

Evidentemente, Nolito estaba contento por jugar en España y reencontrarse con su técnico: "La llegada de Luis Enrique ha tenido algo que ver porque ya he estado tres años con él en el Barcelona. Me parece un proyecto muy bonito y estoy muy contento de firmar un contrato de cuatro temporadas porque el Celta es un club que está haciendo las cosas muy bien”, declaró entonces Manuel Agudo.

En la primera campaña ya firmó 14 goles y en la segunda sólo redujo su cifra a 13 tantos. Eran grandes números para el extremo de un equipo como el Celta, y la entrada de Berizzo en detrimento de Luis Enrique no pareció perjudicarle: el estilo de juego ofensivo del argentino primaba las capacidades ofensivas del gaditano.

Estrella en el Celta

El inicio de la presente temporada fue revolucionario para Nolito. Marcó cinco goles en las cinco primeras jornadas, y su Celta ganó cuatro de los cinco primeros partidos, únicamente empatando el restante. Era un momento dulce de juego, parecía que cada vez que recibía el balón sucedían cosas positivas para el Celta.

Las cosas del destino le llevaron a debutar con la selección absoluta en Balaídos. A partir de ahí empezó a convertirse en un habitual de las llamadas de Del Bosque, y cuajó grandes actuaciones frente a Costa Rica y sobre todo ante Ucrania. Sólo una lesión a finales de año, que le ha mantenido dos meses fuera de los terrenos de juego, ha podido cortar su progresión.

Nolito es un jugador eléctrico, de gran capacidad asociativa, aunque a veces se le acuse de pecar de individualista. Sus características le llevaron a ser el objetivo primordial de Luis Enrique para reforzar la delantera del FC Barcelona en el pasado mercado de invierno, pero ni culés ni vigueses se pusieron de acuerdo para llevar a cabo unas operaciones que muchos medios dieron por concluidas antes de tiempo.

Nolito no juega desde el 12 de diciembre en la victoria por 1-0 del Celta frente al Español. Eso sí, se prevé que podría ser de la partida para el encuentro que jugaran los de Berizzo en el Camp Nou. En todo caso, si no es titular, es muy probable que salga de refresco. Es un jugador diferente, que tiene mucho gol y desborde; ya es clásica su diagonal de izquierda a derecha y remate con rosca. Un extremo que busca mucho las zonas centrales y que podría llevar de bólido a Alves o Aleix Vidal, así que sendos laterales deberán tener mucho cuidado si el gaditano juega frente al Barcelona.