Nadie puede entender el presente sin conocer el pasado. El Barça de Luis Enrique no tendría sentido sin el de Guardiola, de la misma manera que este recoge la herencia más reciente de Rijkaard, quién había basado su estilo en el holandés que formó el Dream Team, un revolucionario llamado Johaan Cruyff.

El gol de Wembley

La historia del FC Barcelona hasta la llegada del holandés es la de la constante búsqueda de un trofeo que no quería llegar: la Copa de Europa. Cruyff puso los cimientos del mejor Barça que había existido hasta la fecha, y muchos pensaban que si ese equipo no conseguía levantar la orejona, nadie lo podría hacer.

La ocasión perfecta para conquistar dicho trofeo se dio en el último año de existencia de la competición, antes de pasar a la denominación de Champions League. En Wembley, el 20 de mayo de 1992 se dieron cita FC Barcelona y Sampdoria para tratar de lograr un trofeo que faltaba en las vitrinas de sendos conjuntos.

Ronald Koeman acabaría resultando clave para la consecución del ansiado título

Un partido trepidante, con multitud de ocasiones que Gianluca Pagliuca y Andoni Zubizarreta, dos porteros internacionales que rozaron la perfección en aquella noche inglesa, se encargaron de desbaratar. Por si algún balón no podía ser rechazado por aquellos dos gigantes, los postes también hicieron acto de presencia para hacer que el encuentro terminará con empate a cero.

Tuvieron que pasar 114 minutos de encuentro para que llegara el momento que todos los barcelonistas habían soñado alguna vez en sus vidas. Koeman, Stoichkov y Bakero se miran y deciden que el holandés sea quién dispare. En un chute tan potente que nadie podría haber detenido, Ronald marcó uno de los goles más importantes de la historia del FC Barcelona, el que otorgó la primera Copa de Europa a los culés.

El mísil de Koeman, uno de los goles más recordados en Can Barça | Foto: DailyMail
El mísil de Koeman, uno de los goles más recordados en Can Barça | Foto: DailyMail

Después, llegaron las ligas de Tenerife, en las que sólo un guionista de cine hollywoodiense podría haber imaginado tal desenlace, para aumentar la leyenda del Dream Team. El último equipo en España en conquistar 4 ligas consecutivas, una por encima de las que se llevaron los hombres de Pep Guardiola a principios de la actual década.

La sonrisa del fútbol

El FC Barcelona vivía sumido en una crisis deportiva e institucional. Los años del equipo de Cruyff ya quedaban lejos, y en 2003 solo un milagro podía hacer girar el rumbo de la entidad. Ese milagro era brasileño y llevaba como nombre: Ronaldo de Assis Moreira.

Siempre conocido como Ronaldinho, el brasileño llevaba el balón cosido sus pies. Su depurada técnica dentro del campo hizo que los aficionados azulgranas se engancharan rápidamente a él, y su sonrisa fuera del estadio cambió el estado de ánimo de los culés.

Esta historia de amor comenzó a la medianoche, un horario que acabaría destruyéndola a causa de las fiestas nocturnas. En todo caso, la denominada “Noche del Gazpacho” fue el inicio de este cambio de rumbo en el club azulgrana. Un zarpazo letal de Ronaldinho desde 25 metros, en el que era el día de su debut en el Camp Nou, sirvió para que los culés supieran que habían dado en el clavo con el fichaje.

La noche del gazpacho marcó el inicio de la era Ronaldinho

El brasileño se convirtió prácticamente en una religión en Barcelona, y todo el mundo se saludaba con el estilo surfero que el Gaúcho había instaurado en la Ciudad Condal. El punto álgido de esta relación llegó en París con motivo de la final de la Champions League.

Desde el gol de Koeman, el FC Barcelona no había vuelto a saborear lo que es levantar el máximo trofeo continental. La dureza de la competición se había hecho presente en casi todas las rondas, siendo Ronaldinho una pieza clave especialmente en los octavos de final. Suyo fue el tanto decisivo ante el Chelsea: un gol de derroche técnico y potencia que aún se recuerda.

Ningún jugador podía parar a Ronaldinho | Foto: FCB
Ningún jugador podía parar a Ronaldinho | Foto: FCB

En la final de París poco se vio al brasileño, pero un compatriota suyo, Juliano Belletti, desniveló la balanza del lado de los culés. Aún así, Ronaldinho era el protagonista de aquél equipo que conquistó la segunda Copa de Europa de la historia del club.

Dos leyendas azulgranas que marcaron la historia del FC Barcelona.