Pese a la indudable superioridad de los azulgranas sobre el Real Madrid, los nervios y el cansancio acumulado tras el desplazamiento de selecciones le han costado al Barcelona la primera derrota en casa de la temporada. El Clásico ya es historia y aunque Piqué ilusionó Can Barça con el primer tanto, la 'pájara' de 15 minutos y el despiste colectivo terminaron con los goles de Benzema y Ronaldo.

Así, y pese que Luis Enrique extraiga datos positivos, los blaugranas han caído en el Camp Nou por primera vez en lo que va de curso además de frenar así la racha de imbatibilidad: 39 partidos invicto sin conocer la derrota.

Tocará hacer balance de lo ocurrido, matizar los errores y aprender de los puntos flacos porque el martes ya está a la vuelta de la esquina y el Atlético de Madrid no va a echarse atrás. Quizás tocará pagar los platos rotos en Champions y regresar a la gloria de la que nunca debimos salir.

Si hay espacios, se cuelan

El Barcelona saltó al césped del Camp Nou con las ideas muy claras y ganando, futbolísticamente, al rival. Precisión y toques en el centro del campo, una defensa amurallada que no permitía juego entre líneas y una delantera que cazaba todo balón que llegaba. Las oportunidades aparecieron, y también la mala suerte. Perdonó Suárez el primero, el colegiado no agració a Messi a los 11 metros y las faltas directas no entraron. El empate en el descanso era el peor resultado para un Barça que merecía mucho más. Y en la represa Piqué lo logró: el 'antimadridista' más actual y alma del equipo anotó el gol culé que alentaba las graderías repletas de amantes del fútbol.

El gol de Piqué no salva los tantos de Benzema y Ronaldo

Pero pasaron los minutos y se fue desdibujando el planteamiento de Luis Enrique: Benzema y Ronaldo encontraban perfectamente espacios a la espalda de Alves, creando por la banda izquierda un perfecto carril hacia Bravo. El primer gol merengue llegó fruto de un mal despeje de Jordi Alba, que hacía rebotar la esférica y asistía plenamente al francés. El segundo, error colectivo. Bale se movía como pez en el agua en las horas bajas de los locales hasta que, en asociación con Cristiano Ronaldo, vieron portería por segunda vez.

Deberá hacer hincapié en ello Luis Enrique pues el 'Cholo' ya avisó que Torres estaría en el once inicial y en Can Barça bien se conoce a 'El Niño'. Como decía Cruyff, 'el delantero es el primer defensa'.

Demasiados kilómetros a las espaldas

El Real Madrid llegaba, sin duda, en mejores condiciones físicas: sus hombres puntales habían permanecido en la capital o muy cerca, como es el caso de Ronaldo (que únicamente se marchó a Portugal), Ramos (regresó de Italia 'tocado'), Bale o Benzema (que no fueron convocados con sus selecciones). Pese a ello, no sirve de excusa puesto que el centro del campo del Barcelona llegaba con las pilas cargadas (Iniesta, Busquets y Rakitic pudieron coger aire en casa).

Messi supera a Modric y encara a Keylor Navas

Pero el 'tridente', la famosa MSN, fue víctima del ya conocido 'Virus FIFA' puesto que, pese a arrancar el duelo con signos de vitalidad y buen estado, los minutos fueron pasándoles factura, así como los kilómetros de estos últimos diez días cruzando el charco.

Se fue haciendo patente que no estaban al 100% cuando el equipo, que necesitaba reclutarse atrás, pausar el juego e inicar la jugada desde primera línea empezaba a bajar los brazos. Cuando Messi tenía el balón, nadie buscaba sus desmarques ni movía las piezas. Se fue apagando la mecha hasta quedarse en cenizas.

Gràcies, Johan

El Clásico debía servir como homenaje al rey del fútbol europeo, Johan Cruyff, que nos dejaba en estos últimos días. El Camp Nou acudió a la cita llenando hasta la bandera 99.264 localidades. Un video homenaje emotivo arrancó los aplausos de jugadores, personalidades y afición proseguido de un mosaico espectacular que llenó las butacas del feudo azulgrana.

Los aplausos en el minuto 14, con lágrimas en los ojos y público en pie, daban el último alerón a un mito que ya nos ha dicho 'adiós'. El Barcelona quiso rendirle homenaje con su fútbol, con una victoria de las grandes, pero no pudo ser.

Ahora, solo queda aprender del pasado y corregir los tropiezos, seguro que Johan no se daría por vencido. 'Salid y disfrutad', que diría el mítico holandés.

Minuto de silencio en homenaje a Johan Cruyff