Pudo ser el adiós de Luis Enrique. Las cosas no funcionaban en Can Barça, y el punto álgido de la crisis azulgrana se vivió en San Sebastián. En el banquillo de Anoeta estaban sentados Neymar y Messi. Las rotaciones de Lucho no estaban siendo aceptadas por sus vacas sagradas, y el rendimiento del equipo aquél día fue bochornoso.

Un gol de Jordi Alba en propia puerta a los 2 minutos de partido dejó sentenciado el encuentro. No hizo falta nada más. La Real se complació con la victoria por la mínima y el Barça no inquietó la portería de Rulli en ningún momento. En la segunda mitad entraron Alves, Messi y Neymar, mientras Piqué y Rakitic se quedaron sin disputar ni un solo minuto. Las rotaciones no funcionaban.

El banquillo del Barça en Anoeta: Messi, Alves, Rakitic, Piqué y Neymar | Foto: Mundo Deportivo
El banquillo del Barça en Anoeta: Messi, Alves, Rakitic, Piqué y Neymar | Foto: Mundo Deportivo

Las tertulias posteriores al partido fueron insufribles para los culés. Todo el mundo les daba por muertos, como si los tres delanteros que habían reunido nunca pudieran llegar a entenderse.

La cabeza del director deportivo Andoni Zubizarreta saltó por los aires el día siguiente. Por si fuera poco, el presidente Josep Maria Bartomeu decidió anunciar unas elecciones anticipadas para verano. Además, la salida de Luis Enrique parecía inmediata, pero se decidió tomar una decisión a la siguiente semana, después del partido ante el Atlético de Madrid.

En el partido contra los colchoneros, los azulgranas dieron la vuelta a la tortilla y por primera vez los tres integrantes de la MSN anotaron en un mismo encuentro. La parroquia culé se ilusionó con el tridente sudamericano, y Anoeta acabó por convertirse en un punto de inflexión. Haber tocado fondo sirvió al Barça para resurgir de sus propias cenizas, cual ave Fénix, y conquistar el segundo triplete de la historia del club.

Fantasmas del pasado

Volver a Anoeta no será plato de buen gusto para los hombres de Luis Enrique. Desde que se diseñó el calendario liguero, muchos focos apuntaban a este partido por el morbo de lo sucedido en la anterior campaña. El encuentro está situado entre competiciones europeas, pero se antoja muy poco probable que Luis Enrique reserve jugadores para el partido del Calderón.

Los catalanes no ganan desde mayo de 2007 en Anoeta, pues ni con Guardiola en el banquillo fueron capaces de superar a los donostiarras. Entonces, el guardameta de la Real Sociedad era Claudio Bravo, actual inquilino de la meta azulgrana, y los goles de aquél último triunfo fueron obra de Eto’o e Iniesta.

Si tenemos en cuenta también los partidos en el Camp Nou, la Real Sociedad ha sido incapaz de ganar en feudo azulgrana en todo el siglo XVI. En cambio, todo varía en Anoeta, donde el Barça ha sufrido 4 derrotas y 2 empates en sus últimos 6 viajes a San Sebastián.

Messi se desespera en Anoeta en la derrota por 3-1 con el Tata | Foto: Mundo Deportivo
Messi se desespera en Anoeta en la derrota por 3-1 con el Tata | Foto: Mundo Deportivo

Para entender la dimensión de las estadísticas hay que ponerlas en contexto. El estadio dónde menos puntos ha sacado el Barça en sus últimos 5 desplazamientos es Anoeta, con 1 de 15. Teniendo en cuenta los partidos de esta temporada, por lo que en algunos casos ya son los últimos 6 precedentes, el Bernabéu es el segundo estadio con menos puntos para los culés: 10 de 18 posibles. ¡La diferencia es abismal!

Para esta temporada, quizás sea un partido más asequible, pues los azulgranas se juegan la vida (no pueden seguir perdiendo distancia respecto a sus perseguidores madrileños), y la Real Sociedad está prácticamente sin objetivos, después de una victoria en el Sánchez Pizjuán que selló su permanencia.

Anoeta no tiene el barro de Atocha, pero sigue siendo un estadio muy difícil para los grandes. La historia reciente del Barça cambió en el nuevo estadio de la Real Sociedad, pero cabe recordar otro momento. Atocha también fue importante para el club azulgrana, pues fue el estadio dónde la Real Sociedad se impuso al Atlético de Madrid en la temporada 1990-1991, triunfo que sirvió para que los azulgranas ganaran la primera de las cuatro ligas que conquistaron consecutivamente con Johan Cruyff en el banquillo. San Sebastián, punto de inflexión.